Desde esta semana, el FC Barcelona se jugará todas sus cartas para encajar el ‘fair play’ salarial. Desde el seno del club azulgrana ya se apuntó que había una primera línea roja en el calendario de agosto, antes de la cual debía hacerse unos deberes de mucho calado: el inicio de LaLiga. Ahora, la misión más importante es convencer a los veteranos del equipo de adecuar sus salarios de esta temporada a la dura situación económica de la entidad.
Por tanto, el Barça deberá coger a Gerard Piqué, Sergio Busquets, Sergi Roberto y Jordi Alba, y también a alguno más, con el fin de dejarles claro que este año deberán percibir una menor cantidad de su sueldo para así reducir la masa salarial del club azulgrana, que ahora está en líneas rojas a falta de escasos días para el término del mercado de verano.
En este caso, la entidad no pretende una rebaja salarial directa, sino que se trata de que los jugadores que más cobren acepten percibir una menor cantidad de dinero este año, y pasar las cantidades que no se les paguen ahora, a otros años. Esta sería una posible solución con la esperanza de que la pandemia haya bajado de intensidad o desaparecido, y que se recupere así el alto nivel ingresos del club antes de la pandemia.
Según ha informado distintas fuentes del club y del entorno del jugador, Piqué es el más sensibilizado en este sentido para adecuar su salario. Según el entorno de Busquets y Roberto, también se debe hallar una solución con ellos, con una modalidad de ampliación de contrato para el segundo. El caso de Alba parece el más complicado sobre el papel, pero en el club también esperan que entienda las necesidades de la entidad.
Una gran presión
Mateu Alemany y Planes tienen una gran presión. Si no logran reducir el gasto salarial antes del día 13, quizá los fichajes (Emerson, Kun, Eric y Depay) no podrán inscribirse para la primera jornada de LaLiga. El ‘deadline’ es el día viernes, cuando arranca LaLiga.