Este miércoles el FC Barcelona volvió a dar un golpe sobre la mesa tras la remontada ante el Sevilla en la vuelta por las semifinales de la Copa del Rey, donde el cuadro andaluz partía con la ventaja en el global gracias a la victoria que cosechó en la ida (2-0). Los de Ronald Koeman dominaron a plenitud en el Camp Nou, pero no fue hasta el último minuto del partido cuando lograron consolidar el empate en el marcador global (2-0) que forzó el alargue, en el cual consiguieron finalmente el triunfo (3-0). Sin embargo, esto es producto de un duro proceso de reestructuración de plantilla, y que hasta ahora ha rendido frutos.

Dembélé, indetectable

Ataque con una sólida defensa. Koeman logró emular lo hecho en la jornada 25 de LaLiga, donde derrotó (0-2) al Sevilla. Julen Lopetegui ejecutó seis cambios respecto a su última alineación, y dos puntas para no dejar iniciar fácil al Barça para así encajar el anhelado tanto que los llevara a la final del certamen. El compromiso copero inició con los andaluces presionando arriba, pero los del holandés respondieron con llegadas limpias a zonas de peligro.

Con Dembélé exhibiéndose, Lionel Messi gestando jugadas y los laterales presionando, el Barça logró poner en jaque a Vaclik enseguida. Ousmane probó desenfundando riflazos -Busquets de zurda también- y fue a la tercera oportunidad cuando lo dejó clavado. El primer tanto del encuentro delantero (indetectable para la defensa visitante por su velocidad y su polivalencia en el campo) guió el camino a la remontada azulgrana.

El triunfo de Ter Stegen

Siete minutos de reseteo con Rekik, Rakitic y Navas sobre el campo para ejecutar un cambio de esquema que dejó solo a En-Nesyri. Sin embargo, nada había sido destacable. Los locales seguían imponiendo condiciones. Al minuto 60’, Griezmann para el Barça y Ocampos por Sevilla, saltaron al terreno. Contra las cuerdas, el cuadro andaluz partía con el deber de conquistar el espacio abriendo el ataque. A la postre sucedió el gran problema: penal de Mingueza sobre Ocampos. Ahí estaba Ter Stegen, el ángel que salvó al Barça del desastre y reforzó sus esperanzas de clasificación.

Corazón, carácter y remontadas agónicas

A solo un cuarto de hora para el pitazo final, se produjeron más cambios pero el escenario no cambió: el Barça atacando, el Sevilla resistiendo a hundirse cerca de Vaclik. Con Frenkie De Jong en puesto de central (Junior al lateral diestro), a los de Koeman veían cómo el tiempo se les acababa. Cuatro minutos fueron añadidos y dos acciones fueron clave: Fernando expulsado -por agarrón a Trincao- y centro de Griezmann para alegría de Piqué. Con el 2-0 en el marcador, la prórroga se hizo presente en el Camp Nou con solo 21 jugadores en cancha.

Lopetegui armó una muralla con 5 defensores, y el Barça comenzó entonces a tocar el esférico hasta encontrar centros desde los costados para encontrar así a Braithwaite, Griezmann o algún central azulgrana. Fue al 94’ cuando Jordi Alba y Braithwaite, lanzándose en plancha, firmó el 3-0. Con todo a su favor por primera vez en la eliminatoria, Lenglet estuvo a un paso de echar todo por la borda: sacó su mano en el área, pero la sentencia máxima no fue pitada.

El Barça amarró la redonda, aguardando otro momento ‘ventajoso’. Por su parte, el Sevilla asumió riesgos defensivos, mientras que los locales defendían como en Sevilla. Con Gerard Piqué aguantando el dolor de rodilla, el Barcelona selló su boleto a la final yendo a ‘mi córner’. Este miércoles se vivió la mejor versión del equipo: a la final de la Copa y a por LaLiga con nuevo presidente. Todo parece cambiar en favor a la institución gracias a Koeman. Resta afinar detalles, pero todo indica que es el inicio del nuevo Barça.