Las modificaciones de Ronald Koeman han sido algo tardías, pero han tenido el efecto esperado por el barcelonismo. Lentamente, el equipo parece mejorar pese a algunos resbalones muy costosos para el equipo. Ahora, llega otra cita importante donde los azulgranas intentarán demostrar en instancias internacionales el cambio que están viviendo.
Hace algunas semanas, una victoria ante el PSG lucía como algo imposible. Sin embargo, los ajustes del técnico neerlandés se han traducido en mejores resultados y en una regularidad que parecía perdida. Ahora, el duelo ante los franceses no se ve tan disparejo como en un principio.
La derrota ante el Sevilla motivó a los jugadores a dejarlo todo ante el Alavés, a pesar de que el técnico optó por reservar algunas de sus figuras para el duelo ante los franceses. A ello se suman las bajas importantes que presentan los parisinos, y que bien podrían ser aprovechadas por un FC Barcelona que viene con ansias de darlo todo.
Buenas sensaciones en el vestuario del Barça
Los jugadores son conscientes de que este tipo de eliminatorias suelen definirse por detalles, pudiendo ser partidos en los que gana quien menos se equivoca. La derrota en el Pizjuán fue una importante lección para los de Koeman, que no hicieron un mal partido, y que finalizó con un marcador posiblemente engañoso para lo ocurrido en el campo.
En LaLiga, los azulgranas presentan la mayor cantidad de goles y esperan por algunos pinchazos del Atlético que le permitan acercarse a la cima. También hay esperanzas en la Copa, pese a que los de Lopetegui llegan con una importante ventaja. Mientras que en la Champions no hay nada que perder, y parece que a los de Koeman les va mejor no ser favoritos.