La lesión que sufrió Jordi Alba ante Sevilla, que además lo tuvo alejado de los terrenos de juego hasta el pasado Clásico ante el Real Madrid, hizo que Ronald Koeman tuviera que cuestionarse si utilizaba a Sergiño Dest, aunque su perfil original es el derecho, o si le daba la oportunidad al irregular Junior Firpo, quien también se estaba recuperando de una dolencia, para ocupar la plaza del ex Gimnastic de Tarragona. Al final, ambos futbolistas tuvieron su cuota de tiempo en el costado izquierdo de la defensa, pero es difícil no imaginar que la sustitución de Alba pudo haber tenido otros nombres como opciones.
Y, para más intensidad al pensar sobre esta idea, cabe recalcar que las alternativas a lateral izquierdo que pudo haber tenido el Barcelona hubiesen formado parte de la plantilla sin costo alguno, ya que todos proveían de la cantera. Se trata de los jóvenes Marc Cucurella, Juan Miranda y Alejandro Grimaldo, quienes ya no se encuentran en el club debido a que dos de ellos fueron vendidos y uno se encuentra cedido.
El primero en marcharse fue Grimaldo, quien fue vendido al Benfica en enero de 2016 a cambio de tan solo 2,1 millones de euros y, desde ese entonces, se ha vuelto una de las figuras del conjunto portugués. Durante los últimos cuatro años, el canterano azulgrana ha disputado 165 partidos, en los que ha marcado 12 goles y ha repartido 32 asistencias, según el portal Transfermarkt.
Posteriormente, Cucurella dejó el barco catalán, en pricipio para afrontar cesiones al Eibar y al Getafe, pero, tras su destacado rendimiento en el cuadro madrileño, el mismo agilizó la compra del futbolista nacido en Alella, quien es una de las máximas figuras del cuadro "azulón". En cuanto a Miranda, luego de una pasantía poco exitosa por el Schalke 04, se encuentra a préstamo en el Betis, donde tampoco está teniendo muchas oportunidades.
Tres ejemplos del desprestigio a La Masía
Miranda, Grimaldo y Cucurella son solo tres de los muchos casos de jugadores provenientes de la cantera del Barcelona, que no han contado con demasiadas oportunidades en el primer equipo y que, por ende, tuvieron que abandonar su sueño de ser titulares en el cuadro azulgrana para poder contar con regularidad. El ejemplo de más renombre es, sin duda, Thiago Alcántara, quien se fue al Bayern Múnich en 2013 y actualmente juega en el Liverpool de Jurgen Klopp.
Es muy interesante pensar en qué sería del Barcelona, tanto económica como deportivamente hablando, si este tipo de cosas no ocurrieran con tanta frecuencia y los canteranos contaran con más oportunidades, como pasó hace años cuando Puyol, Iniesta, Xavi y el mismo Messi se ganaron, gracias a las chances que tuvieron y a su talento, la titularidad en el primer equipo. El resto de lo sucedido mientras estos futbolistas pasaron por el club, es historia.