El pasado sábado, el Barcelona fue vencido 2-0 por el Atlético de Madrid en un partido correspondiente a los compromisos de LaLiga Santander. El encuentro se decidió por dos tantos anotados en la primera mitad por Thomas Lemar (239 y el otrora jugador azulgrana Luis Suárez (44).
Sin embargo, dicho resultado es uno que corresponde a una cadena de traspiés que acumulan los liderados por Ronald Koeman en el curso actual cada vez que han ido a enfrentarse a sus rivales en calidad de visitantes. De momento, la escuadra catalana no tiene ninguna victoria. Solo tres empates, dos derrotas si se engloban los partidos de LaLiga y la Champions.
Además del último partido con el Atlético de Madrid (2-0), los culés han sido vencidos por el Benfica en Lisboa en el último partido que han disputado hasta los momentos correspondientes a la Champions League (3-0), un marcador idéntico al de la derrota a manos del Bayern Múnich en el Camp Nou.
Asimismo, tampoco pueden olvidarse el resultado obtenido en el territorio del Athletic Bilbao (1-1) el amargo resultado en el feudo del Cádiz (0-0) y el empate “in extremis” con el Granada (1-1) producto de un gol de último momento anotado por Ronald Araújo.
Lo que sigue
A raíz de la larga cadena de malos resultados que ha acumulado el Barcelona tanto en LaLiga como en la Champions League la destitución de Koeman como míster del Barcelona ha llegado a sonar con fuerza. Sin embargo, todo apunta a que el técnico holandés se mantendrá, por ahora, en el cargo como entrenador del primer equipo.
Aunque hay muchas voces que estaban a favor de la salida del “héroe de Wembley” del Barcelona, hubo varias razones que podrían haber motivado a Laporta que se decida seguir contando con éste como técnico. Una de ellas es el enorme número de lesionados que aún hoy tiene el primer equipo (algo que obviamente incide en el rendimiento), otras destacables puede ser lo que costaría su salida en plena temporada en términos económicos y lo que habría que pagar en términos de fichaje a otro entrenador.