Jean-Clair Todibo se marchó del FC Barcelona el pasado verano para poner rumbo al Benfica. Los portugueses pidieron la cesión del francés por una temporada y el ex del Toulouse se despidió del conjunto barcelonista hasta 2021. Pero la aventura lusa del zaguero no está yendo como se esperaba y en este primer tramo de curso no ha jugado ni un solo minuto con el equipo de las Águilas.
Jorge Jesus, entrenador de los lisboetas, no ha contado con él absolutamente nada y hace unos días dejó claro que no lo quiere en su plantilla. "Todibo no estará ante el Standard. No tiene condiciones físicas ni tácticas. No ha trabajado con el equipo. No es uno de los jugadores en los que estoy pensando", dijo, a pesar de que el defensor lleva semanas recuperado de la lesión que le hizo perderse los primeros meses de competición.
El ex técnico del Flamengo no quiere al defensor en su plantilla y desde hace semanas se está hablando de la idea de los portugueses de devolver al jugador al Barcelona. Los de la capital lusa querrían romper el contrato de cesión del galo en cuanto se abra el mercado de invierno para fichar a otro central. Lucas Verissimo, del Santos, sería el elegido, pero su llegada depende de la salida del de la Guayana Francesa.
No obstante, mandar al francés de vuelta al Barça no será tan sencillo como se creen, ya que los blaugrana no tienen intención de facilitar su vuelta. De hecho, según apunta 'Mundo Deportivo', fuentes internas del conjunto barcelonista aseguran que "su fichaje en verano está fijado por contrato" y que "es una cesión por un año y no existe la posibilidad de que regrese".
En el club consideran que el Benfica no tiene nada que hacer y que están intentando tensar la cuerda para que sea el Barcelona quien tenga que mover ficha. La idea es no permitir que declaraciones como las de Jorge Jesus afecten a esta operación, ya que el objetivo sería terminar forzando al propio conjunto lisboeta a tener que quedarse al jugador y a darle minutos por necesidad.
Una decisión peligrosa para los intereses del Barça
Pero con esta decisión, el Barça se arriesga a que los lusos dejen toda la campaña al francés en la grada o en su casa. Esto sería muy negativo de cara a su hipotética venta en verano, ya que su valor descendería sensiblemente. No muchos equipos querrían pagar por un futbolista que se ha pasado todo el año sin jugar. El problema es que puede que en Barcelona tampoco tuviera demasiados minutos, por lo que habría que pensar en cuál es el mal menor.