El FC Barcelona puede encontrar motivos para ilusionarse con el futuro gracias al talento de sus canteranos. Los problemas financieros del club y las lesiones han abierto las puertas al primer equipo a varios juveniles que, en principio, no estaban en los planes de Xavi Hernández para esta temporada, al menos no con un rol tan protagónico como para intentar salvar el curso aferrado a ellos.
Este ha sido el caso de Lamine Yamal (16 años y un mes), Pau Cubarsí (16 años y 11 meses), Héctor Fort (17 años y 5 meses) y Marc Guiu (17 años y 9 meses), los cuatro debutantes más jóvenes en LaLiga 2023/24. Tanto Lamine como Cubarsí han sido claves en la mejoría del equipo en febrero, siendo el extremo el jugador más desiquilibrante del equipo y el central una rueda de auxilio para una defensa que no ha encontrado solidez desde el verano.
Yamal se ha cansado de batir récords de precocidad habidos y ha logrado ganarle la titularidad a Raphinha a base de trabajo. El de Esplugues de Llobregat solo se ha perdido un solo partido esta temporada (frente al Getafe) y suma 5 goles y 7 asistencias en 35 partidos, números sobresalientes para un chaval que, además, ha sorprendido por su personalidad y confianza en el campo.
Cubarsí y Fort también dan motivos para ilusionarse
Los casos de Cubarsí y Héctor Fort son, cuando menos, llamativos esta temporada. El lateral izquierdo ha respondido de buena manera tanto en Liga como en Champions cuando las urgencias han obligado a Xavi a depender de él. Desde su debtu en Bélgica ante el Amberes, el catalán suma 18 apariciones con el primer equipo en las que ha aportado un par de asistencias en Liga y Copa. Por su parte, Pau solo ha cosechado elogios desde su asentamiento en el once. El de Estanyol ha sido titular en seis de las últimas siete jornadas de LaLiga (cinco de forma consecutiva), aprovechando las dudas que Iñigo Martínez ha sembrado desde su lesión.
De los cuatro juveniles debutantes en la 23/24, Marc Guiu es quien menos protagonismo ha tenido, sacrificado por la llegada de Vitor Roque. Aún así, el de Granollers ha podido sobresalir en sus escasos minutos tanto con el primer equipo como con el filial, mientras 'Tigrinho' hace lo propio para adaptarse. Aferrado a sus juveniles, el Barça aún tiene razones para, más allá de salvar la temporada, confiar en un futuro prometedor.