El FC Barcelona de Ronald Koeman fue durante varias semanas la temporada pasada uno de esos equipos calificados como 'especialistas en remontadas'. Los azulgrana lo hicieron en Copa del Rey contra Rayo Vallecano, Granada o Sevilla, ante el que remontaron el 2-0 de la ida en el Camp Nou, pero también en Liga contra el Athletic Club o el Real Betis. Entre enero, febrero y comienzos de marzo, los catalanes mostraron más carácter que en casi todo el resto del curso junto.
Sin embargo, ese efecto no le ha durado demasiado tiempo a los blaugrana, que no consiguen darle la vuelta a un marcador adverso desde mayo contra el Valencia. Gabriel Paulista adelantó a los de Javi Gracia, pero un doblete de Leo Messi y otro tanto de Antoine Griezmann pusieron al Barça por delante. Carlos Soler anotó el 2-3, pero los barcelonistas supieron aguantar el resultado para llevarse los tres puntos.
Ese 2 de mayo fue la última vez en la que el Barcelona remontó. Desde entonces, los azulgrana han empezado perdiendo en 4 ocasiones y en ninguna de ellas han conseguido terminar el duelo ganando. Es cierto que no son tantas veces, pero sí empieza a ser un patrón que se repite y que ya es algo preocupante. La falta de carácter mostrada por los azulgrana es alarmante y tiene que terminar lo antes posible.
Los ejemplos más cercanos son el Granada y el Bayern de Múnich. Contra los bávaros, el Barça no pudo hacer nada ante el tanto inicial de Thomas Müller y ni siquiera generó peligro en el área de los alemanes. Ya en la segunda parte, los de Julian Nagelsmann sentenciaron el choque con otras dos dianas (0-3), dejando clara su superioridad y poniendo en evidencia al cuadro de Koeman.
Ante los granadinos, la falta de reacción del Barcelona también fue notoria, ya que tuvieron prácticamente todo el partido para darle la vuelta al marcador. Los nazarís marcaron en el minuto uno, por lo que los culés tuvieron todo el tiempo del mundo para remontar. Sin embargo, más allá de alguna llegada ocasión puntual, no transmitieron verdadera sensación de peligro de forma continuada. No fue hasta el 89, casi sin tiempo para marcar el segundo, cuando Ronald Araújo puso el definitivo 1-1.
Koeman no está sabiendo cambiar partidos
El entrenador holandés es uno de los grandes señalados por esta dinámica, ya que desde el banquillo no está sabiendo cambiar los encuentros y darle un impulso a su equipo. El de Zaandam no está teniendo ideas para atacar defensas cerradas como la del Granada y se está excusando con el nivel de su plantilla. Por este motivo, el club medita despedirle más pronto que tarde. Habrá que ver qué ocurre en las próximas semanas y si logra que las remontadas vuelvan a Barcelona.