El cambio empezó con Luis Enrique y parece que ha terminado de completarse con Ernesto Valverde. El FC Barcelona sigue queriendo el balón, pero ya no depende de la pelota para ganar. Este Barça aprovecha los espacios, suele ser infalible de cara a puerta y ya no tiene tanto la posesión como el de antaño.
Los culés ya no juegan tan bien, pero son más efectivos temporada a temporada. De hecho, el Barcelona de este curso está siendo el que menos tiene la pelota desde que Valverde llegó al banquillo. Pero a la vez que sucede esto, ahora mismo los barcelonistas también están en sus mejores números en cuanto a efectividad de cara a gol desde la llegada del 'Txingurri'.
Si en el curso 2017-2018 los blaugrana tuvieron un 65% de posesión y en el 18-19 alcanzaron el 69, este año no pasan del 64. Aún siendo un número aceptable, es cierto que el Barça de Valverde nunca había tenido tan poco el balón. Esto podría ser preocupante a largo plazo con otro técnico, pero el ex del Athletic ya ha demostrado que puede ser competitivo jugando de esta manera.
Porque los culés son prácticos del minuto uno al noventa y aprovechan cada oportunidad como si fuera la última que va a tener. Nadie aprovecha tan bien sus llegadas como este FC Barcelona. Los azulgrana marcan el 44% de los tiros a puerta que hacen, casi la mitad. Son datos espectaculares que hablan mucho y bien de la tremenda pegada que tienen arriba. En la temporada 17-18 el porcentaje fue de un 40% y en la 18-19 un 33&
También es cierto que desde que Valverde está en el baquillo, los culés nunca habían marcado menos goles. En lo que va de campaña, el Barça lleva 22 dianas, mientras que el curso pasado o el anterior ya superaba los 27 a estas alturas. La lectura positiva que tiene esto es que la pegada es tremenda y el Barcelona necesita muy poco para marcar. La negativa, que el equipo barcelonista cada vez crea menos fútbol y menos ocasiones.
Valverde morirá con sus ideas
Lo que ha quedado claro después de más de dos años en el cargo es que Valverde va a morir con sus ideas. Saldrá bien o mal, pero a estas alturas el 'Txingurri' no va a cambiar su estilo y sus ideas. El extremeño se la juega esta campaña y su continuidad va a depender en buena medida de lo que haga el equipo en Champions. Si los culés ganan la 'Orejona', es casi imposible que el ex del Athletic salga, pero si no, teniendo en cuenta estos datos y las malas sensaciones, probablemente habrá otro técnico en el banquillo del Camp Nou dentro de un año.
esde que Ernesto Valverde tomó las riendas del equipo, el barcelonismo ha aprendido a vivir de la eficacia, de lo práctico. Se ha vuelto un equipo más directo, que da menos rodeos para llegar al objetivo. Eso le ha costado al Txingurri muchas críticas. Aquel estilo de juego reconocible que muchos intentaron imitar, ya no es tan notable. No se puede decir que sea el sello característico de este equipo. Valverde ha terminado de completar aquella metamorfosis que ya empezó Luis Enrique en su momento.
Este arranque de temporada, marcado por las lesiones, el equipo se ha visto obligado a hacer de la necesidad virtud. A aprender a vivir en una economía de subsistencia y tirar de eficacia para poder sacar adelante los partidos. El conjunto catalán ha empezado el curso sufriendo, aunque ha logrado remontar el vuelo para llegar al segundo parón en una posición ilusionante, tanto en Liga como en Champions League.
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Gol de Luis Suárez (1-1) en el Barcelona 2-1 Inter de Milán
Estamos ante la versión más práctica del Barça de Valverde. Se trata del Barcelona con menos gol desde que está el Txingurri al mando. Lleva 22 a día de hoy, mientras que otros años, a estas alturas, sumaba 27 o 28 entre Liga y Champions.
Si hablamos de posesión, también vemos que es el Barcelona que menos tiene la pelota de las tres versiones valverdianas que hemos visto hasta ahora. De momento promedia un 64 por ciento de posesión, mientras que otras temporadas a estas alturas llevaba el 69 por ciento (18-19) o el 65 por ciento (17-18).
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Gol de Luis Suárez (2-1) en el Barcelona 2-1 Inter de Milán
La lectura positiva está en la eficacia que el equipo ha demostrado tener de cara a portería. Nunca desde que el extremeño dirige al equipo, habían necesitado tan pocos tiros para hacer goles. El 44 por ciento de lo que va a puerta, acaba en gol, mientras que en la 18-19 era el 33 por ciento y en la 17-18, el 40 por ciento.