¿Cambio de esquema? ¿Chispazo de Ansu Fati? Las opciones son tan posibles como interminables, pero lejos de la distancia que hay entre Barcelona y Levante, el equipo del fin de semana no se parece en nada al de Cádiz pese a que el mediocampo fue inédito con las ausencias de Pedri y De Jong.
Nico estuvo en todas las zonas posibles para descargar cada balón que la defensa tenía resguardado, fue el pulmón extra de Busquets y uno de los cómplices de Gavi, irreverente y atrevido durante el encuentro ante los valencianos que terminó con goleada y la noticia positiva del regreso de Ansu Fati.
Depay y De Jong hicieron una presión efectiva que se vio reforzada con las coberturas de Dest y Mingueza, inmensos por los laterales, dando sincronía a la idea de presión en todo el campo que se planteó desde el comienzo y al final del partido, pesó en el marcador para diferenciar a ambos conjuntos.
Los centrales no desentonaron en la propuesta y tanto en la salida de balón como en los choques uno a uno se vieron sólidos, apoyados con el oxígeno que el mediocampo brindó con la juventud y ganas de Nico y Gavi, además del peligro constante de marcar una contra peligrosa por los laterales.
La entrada de Ansu Fati fue la guinda para la noche con su gol en el regreso a los campos, el 14 como culé en el primer equipo, el noveno en el Camp Nou y el tercero de la noche, justo cuando el equipo comenzaba a dormir el partido con el 2-0 que ya era casi irreversible por la dinámica que se palpaba.
De a poco encajan
El comienzo turbulento quedó atrás con un equipo que todavía tiene trabajo por hacer pero pudo disfrutar en Ansu Fati y los canteranos justo lo que esperaba, la capacidad de adaptación y respuesta que ahorre el gasto de ir al mercado, al tiempo que vuelve a brindar confianza a la cantera como fuente principal para nutrir la plantilla.