No es un secreto que el FC Barcelona está viviendo una de sus peores temporadas en los últimos años. A pesar de algunas mejoras en partidos puntuales, la irregularidad se mantiene y los resultados adversos terminan repitiéndose con cierta frecuencia. Alejados de la pelea por el título de LaLiga, fuera de la Copa del Rey y la Supercopa de España y echados de la Champions en la fase de grupos.
De todos los males, quizá el hecho de disputar la Europa League sea el peor de todos. De hecho, el club tenía presupuestado alcanzar los cuartos de final, contando con los beneficios económicos de estar en el torneo de élite. Sin embargo, una serie de malos resultados terminaron dejando al Barça en un torneo de segundo orden. Todo como consecuencia de los tropiezos en partidos vitales para el equipo azulgrana.
Los tropiezos del Barça en partidos vitales
El primer choque ante el Bayern en el Camp Nou terminó en una goleada favorable a los visitantes (0-3). La oportunidad de remontar llegaría ante el Benfica, pero de nuevo caerían. Esta vez en Lisboa por 3-0. Las dos victorias ante el Dynamo de Kiev (una con Koeman y otra con Sergi Barjuan), ambas por la mínima, parecían hacer renacer la esperanza a los culés.
Ya con Xavi al mando, el Barcelona necesitaba vencer al Benfica para no llegar a la última fecha dependiendo de otros resultados. Pero el compromiso acabó con un empate a cero y debían jugarse todo en el Allianz ante los bávaros. Si bien el egarense introdujo algunas modificaciones en el juego, evidentes en los primeros partidos, el resultado en Alemania fue un 3-0 que enviaba a los culés a la Europa League.
En LaLiga, un torneo que el Barça llegó a dominar cómodamente durante la década pasada, la seguidilla de resbalones en encuentros trascendentales, como la visita al Atlético (2-0), el Clásico en casa (1-2), el empate ante el Sevilla en el Sánzhez Pizjuán (1-1) y una derrota más ante un rival directo como el Betis (0-1) han extendido la brecha entre los equipos que hoy se encuentran peleando las plazas a la Champions, mientras que el equipo de Xavi solo puede limitarse a esperar un tropiezo de sus rivales para intentar remontar posiciones.
La Supercopa de España lucía como una posibilidad para que los azulgranas pudiesen reivindicarse frente al Real Madrid. A pesar de presentar una dura batalla llegar hasta la prórroga, los merengues terminaron imponiéndose y dejando sin chances al Barça. El panorama se repetía ante el Athletic de Bilbao por los octavos de la Copa del Rey en San Mamés: una nueva derrota en un torneo de eliminación directa y a casa.