El Barcelona ha levantado la cara recientemente, a pesar del dudoso arranque de temporada que protagonizó el equipo. El rendimiento de varios jugadores, como De Jong, Griezmann y Dembélé se ha visto exponenciado y, unido al buen momento de Pedri, las presentaciones del club han cambiado radicalmente. Pero esta transformación surgió principalmente de la drástica mejora de rendimiento que ha demostrado Lionel Messi.
El argentino, que comenzó cabizbajo la temporada, había estado demostrando que aún falta mucho para que quienes lo dan por acabado se complazcan de verlo así, puesto que, en los últimos cinco encuentros del Barcelona, había conseguido anotar seis goles y repartir un par de asistencias, metiéndose, incluso, por la lucha por el Pichichi, algo que al principio de la zafra parecía imposible. Junto a él, sus compañeros habían levantado la frente, mostrando la voluntad de demostrar que la plantilla dirigida por Ronald Koeman si está para conseguir cosas interesantes.
Ante la Real Sociedad, Messi tuvo que ausentarse, debido a las molestias físicas que arrastra desde el partido ante el Granada y aunque se vio al argentino sufriendo más que nadie el choque ante los de Imanol Alguacil, el equipo lo pasó aún peor sin él en el terreno de juego. Aunque se pudo ver a un voluntarioso y madurado Ousmane Dembélé asumiendo el liderazgo ofensivo, esto no fue suficiente para que el Barcelona concretará una victoria sin una enorme dosis de nerviosismo.
El equipo catalán se encomendó entonces al santo que últimamente le ha dado vida en los peores momentos: Marc-André Ter Stegen, quien dio un verdadero espectáculo en el partido ante la Real. Durante el partido salvó ocasiones claras, como el tiro libre de Januzaj en la prórroga y, ya en la tanda de penaltis, se encargó de evitar la anotación de sus rivales en tres oportunidades, convirtiéndose así en el representante de D10s en el partido.
¿Se sufrirá sin Messi en la final?
El FC Barcelona está a una victoria de conseguir su primer título de la temporada y el primero tras la desastrosa campaña 2019-20, pero, a falta de las pruebas pertinentes, existe la posibilidad de que Messi no pueda jugar en la final de la Supercopa de España el domingo, ante el Real Madrid o el Athletic de Bilbao. Aunque se desea qu el argentino sea de la partida y participe en el compromiso, hay que prepararse para lo peor y asumir que la posibilidad de su ausencia está sumamente latente.
¿Sufrirá el Barcelona sin su máximo referente una vez más? Lo más probable es que si, sin importar cuál equipo termine siendo su rival en el partido definitorio. Por más que Koeman estudie el partido que hizo su equipo ante la Real Sociedad y busque tapar los notables hoyos que surgen cuando Messi se ausenta, es imposible que la máquina que es el cuadro culé funcione bien sin su mejor operador, aquel que hace que todas las piezas cumplan mejor su rol.