El FC Barcelona tiene a Jordi Cruyff como su elegido para hacerse cargo de del Área de Fútbol de la entidad desde el próximo 1 de julio. Sin embargo, esos planes del equipo azulgrana no son necesariamente los más claros ya que el actual director deportivo culé también finaliza su contrato el próximo 30 de junio y aún no ha tomado una decisión respecto a su futuro.
Aunque esa situación ya es un problema claro para la planificación de la próxima temporada culé, se acentúa al saber que desde el lado del directivo neerlandés no parece que pueda informar de su decisión de forma acelerada. Así lo explica 'Mundo Deportivo' este martes, añadiendo además que igualmente desde la entidad sí que están animando al exfutbolista para que pueda cambiar su postura.
Las condiciones en los despachos no se aclaran
Una posible pérdida de Cruyff obligaría al Barça a realizar una reestructuración total del Área de Fútbol y aunque ya eso sería una situación muy complicada, empeora en el caso de que sigan pasando los días y en los despachos aún no sepan si contarán o no con el excanterano. Ahora mismo el 'fair play' financiero de LaLiga es la máxima obligación del Barça y añadir un deber más a una lista ya larga podría generar contratiempos.
Por ello es que tanto Xavi Hernández como Joan Laporta, con quienes mantiene una estrecha relación, sobre todo con el técnico egarense, presionan al directivo para que pueda aceptar una nueva responsabilidad, al menos por una temporada más. Ambas autoridades del Barça saben muy bien que se trata de una decisión personal, pero también han pedido a Cruyff que considere no dejar un proyecto que tiene muy poco de haber comenzado.
El Barça busca consolidar su proyecto
La posible llegada de Deco, que pasaría a formar parte de la dirección deportiva, no condiciona para nada el futuro del neerlandés, entendiendo que el también exjugador del Barça llegaría para apoyarle en sus responsabilidades y no a competir en los despachos. En el caso que llegue la renovación Xavi Hernández seguirá teniendo un gran aliado, sobre todo tras el acierto de Jordi en la operación de Andreas Christensen.