Han pasado cuatro años y un día desde que el FC Barcelona vivió uno de los momentos más duros en la historia del club. El 14 de agosto de 2020 queda cada vez más lejos en la memoria del barcelonismo, que por orgullo y, al mismo tiempo aunque sea paradójico, vergüenza, han decidido borrar de su imaginario colectivo el recuerdo de un suceso que, cada vez que sale a la luz, abre una herida que ha costado cerrar con el pasar del tiempo.
Aquel infame día, en medio de la pandemia del coronavirus, la escuadra azulgrana protagonizó una de las derrotas más dolorosas y humillantes, no solo en la historia de la entidad, sino de la UEFA Champions League. En el Estádio da Luz, el Bayern Múnich vencía a los culés con un insólito marcador de 2-8 en el encuentro correspondiente a los cuartos de final del torneo continental. Ese conjunto bávaro estaba dirigido por el hoy técnico culé, Hansi Flick, que contaba en sus filas con Robert Lewandowski, que anotó el sexto gol tanto de aquella goleada.
El pasado miércoles 14 de agosto de 2024, los bávaros decidieron recordar esta victoria al cumplirse cuatro años de ese acontecimiento. Por ello, publicaron en sus redes sociales un vídeo que repasa los mejores momentos del partido ante la escuadra blaugrana, entrenados por un Quique Setién cuyo periplo en la institución culminó después del pitido final del árbitro.
El final de la generación dorada
Al finalizar el encuentro, Gerard Piqué dio la cara ante los medios en la zona mixta y dejó unas declaraciones contundentes que suponían un cambio en la dinámica del club. Indignado, el histórico central llegó a proponer su salida del equipo si esto ayudaba a darle un giro a la situación de la entidad. "Ha sido un partido horrible, una sensación nefasta, vergüenza es la palabra, no se puede competir así, no se puede ir por Europa así, es muy duro", declaró.
La derrota frente al conjunto bávaro significó el final de una generación dorada que, desde ese verano, iría abandonando paulatinamente la Ciudad Condal. Primero fue Suárez, que puso al Atlético de Madrid en aquel mercado de fichajes, posteriormente Lionel Messi, y un par de años más tarde los tres últimos bastiones del Barça de Pep: el propio Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba.