El Camp Nou comienza a "olvidar" a Messi

El día después llegó y así como Messi ya sonríe en París, Barcelona debe seguir su curso como ciudad, como club y como comunidad. Justamente esos tres frentes de la cultura catalana sintieron un vacío enorme, otro, tras ver la fachada del Camp Nou, que durante muchos años acostumbró a rotar caras menos una.

La de Messi. El rostro del argentino era un fijo y ya casi un patrimonio dentro de la sociedad catalana salvando las diferencias, aunque muy pesado cae el hecho de ver a los trabajadores del club retirando pancartas, afiches, imágenes, gigantografías y cualquier expresión visual del ex capitán.

Retirar cualquier presencia del jugador más importante de la historia culé es además la confirmación total de que se acabó, por encima de la esperanza o de aquel último posible intento que hizo el Barcelona la madrugada de ayer. Incluso de haber sido una oferta formal, nada que hacer y al despertar todo siguió su rumbo, el necesario al menos.

Ahora toca tirar de Griezmann, Depay y Agüero, este último a la espera de quedarse o irse, de estar lesionado o realmente defender el escudo. Bien entendido si quiere salir, aunque no será nunca compartido. En La Masía también habrá algún foco de esperanza con Ansu Fati y la juventud recién llegada suma con Pedri y De Jong.

El Camp Nou tendrá nueva piel, nuevas caras y eso iba a suceder tarde o temprano, porque Messi no es eterno, aunque el golpe duele más por las formas que por el fondo, porque no fue el calendario natural el que lo sacó del club y ahora la pesadilla seguirá latente con la posibilidad de cruzarse con él en Champions.

Siguen sin inscribir

A falta de Messi, los fichajes que pueden compensar el mal año emocional que será el 21/22 para el club siguen sin poder inscribirse, por lo que la plantilla en teoría sería tal cual la del año pasado pero sin el argentino, que dejó más de 30 goles en la campaña.