El Camp Nou remodelado: un ejemplo de sostenibilidad y reutilización

El FC Barcelona, dentro de su Plan Estratégico 2021-2026, ha apostado por una reconstrucción del Spotify Camp Nou que respeta los principios de economía circular y sostenibilidad. Con el objetivo de reducir su impacto ambiental, el club ha instalado una planta de reciclaje en los terrenos del Miniestadi, donde se procesa el hormigón y el acero provenientes de las demoliciones para ser reutilizados en la edificación del nuevo estadio.

Proceso de reciclaje: Una estrategia eficiente

La planta de tratamiento funciona como un centro de reciclaje de "kilómetro cero", permitiendo que los materiales reciclados sean utilizados directamente en la reconstrucción del estadio. El proceso se enfoca principalmente en separar y triturar el hormigón, que se clasifica en distintas granulaciones. El hormigón reciclado se empleará para la construcción de elementos no estructurales del estadio, como zanjas y nivelaciones, alcanzando un 100% de reutilización en estas áreas. En las estructuras principales, se permitirá un 20% de hormigón reciclado.

El acero extraído durante la demolición se transporta a una empresa especializada, que se encarga de reciclarlo y devolverlo con una tasa mínima de material reciclado del 97%. Este acero se incorpora al hormigón armado y a la estructura del nuevo estadio, aportando una significativa reducción en la necesidad de producir acero nuevo.

Uno de los beneficios clave de este modelo es la notable disminución de la huella de carbono de las obras del Espai Barça. Al reciclar materiales como el hormigón y el acero, el club evita la extracción de nuevas materias primas, lo que contribuye a proteger el medio ambiente y los espacios naturales. Además, al reducirse la necesidad de transportar y fabricar materiales nuevos, se minimiza el consumo de energía asociado a estas actividades.

Este enfoque de economía circular tiene un impacto directo en la sostenibilidad de la obra. Se estima que el reciclaje de estos materiales representa más del 50% de la reducción de la huella de carbono en las obras del nuevo estadio, lo que subraya la importancia de integrar prácticas responsables con el medio ambiente en la construcción de grandes infraestructuras.