El FC Barcelona, tras el anuncio realizado el 27 de enero por Xavi Hernández, en el que confesó su deseo de dejar el club el próximo 30 de junio, ha experimentado un auténtico cambio en su actualidad deportiva, al punto de que el cuadro culé ha disputado 10 compromisos y aún no conoce la derrota, sumando siete victorias y tres empates. Se le atribuyen varias causas a este éxito, pero sin duda una de ellas es la notable mejora en la preparación física del combinado culé.
Esto se hizo evidente en duelos clave del conjunto catalán, como los enfrentamientos contra el Nápoles y el Atlético, donde el Barça necesitaba imponerse de manera contundente y lo logró, superando físicamente a sus rivales con una presión asfixiante y una impresionante capacidad para cubrir todo el campo. Igualmente, mostraron un ritmo ofensivo imparable y transiciones rápidas, algo que no se había visto con tanta frecuencia en el elenco barcelonés esta temporada, dejando atrás la falta de fuelle físico que había caracterizado al equipo.
En ese sentido, 'SPORT' se puso en contacto con Josep Maria Tejedo, preparador físico de Franc Artiga (exentrenador del Juvenil A del Barça) en el Rodina Moscow ruso, para abordar diferentes temas relacionados con las metodologías de entrenamiento aplicadas al elenco azulgrana, y que podrían explicar el buen rendimiento deportivo que está experimentando el Barça en esta recta final de la temporada. Tejedo planteó tres escenarios de trabajo: la semana sin partidos, la semana con dos partidos y cuando los jugadores tienen que jugar tanto con su club como con la selección.
¿Cómo se trabaja en una semana limpia?
En la semana sin partidos, Tejedo dejó claro que es el escenario más propicio para preparar físicamente a los jugadores, explicando el procedimiento a seguir y dividiéndolo en tres fases. "La semana ideal, limpia, de un partido, tiene tres fases: una primera fase que es la recuperación o compensación, que sería la sesión del día después de haber jugado. Los que juegan menos hacen una sesión para intentar compensar las demandas de partido y los otros hacen una sesión de recuperación”, empezó diciendo.
Luego, explicó cómo debería ser el siguiente día de trabajo después del primer día de recuperación. "El siguiente día a la semana sería fiesta para todos lo ideal. A partir de ahí, todos empiezan igualados a cuatro días para el siguiente encuentro. Los dos primeros entrenamientos son de sobrecarga, donde buscamos acercarnos a las demandas de competición, siempre con varios tipos de estímulos. La primera sesión es más introductoria, buscamos estimular a nivel neuromuscular", comentó.
Para cerrar este apartado, el preparador físico hizo hincapié en la importancia de las últimas sesiones de entrenamiento para afinar los detalles y preparar óptimamente al equipo. "La siguiente sesión, la -3, es la que tiene más carga de la semana. Y buscamos que tenga estímulos específicos que nos encontramos en la competición: carreras de alta velocidad, un 11 contra 11 a campo completo, obviamente con más tareas. Es el día más fuerte de la semana, la -4 sería 6/10 y está 8 o 9 sobre 10. Las dos últimas sesiones hacemos lo que denominamos 'tapering', que es una bajada de carga, siempre intentando mantener la intensidad de las tareas pero bajando el volumen. La sesión -1 es carga muy baja, más de sensaciones para los jugadores", concluyó.
¿Cómo se trabaja en una semana con dos partidos?
En el caso de una semana con dos encuentros, Tejedo explicó cómo cambia radicalmente la dinámica de trabajo para los conjuntos. "¿La diferencia con una semana en la que tienes dos partidos? Hay dos temas importantes. Está el tema de recuperar. Hasta las 72 horas los jugadores no están completamente recuperados e incluso hay futbolistas que tardan más. Cuando el jugador se encuentra peor es a las 48 horas, no al siguiente día. Hay que centrar el siguiente día del partido en recuperar. El problema es diseñar sesiones y tareas diferenciadas según los que tienen más carga con los que han jugado menos. En una semana normal es más sencillo, pero con dos partidos se complica la cosa", señaló.
En ese orden de ideas, el preparador físico también explicó cómo aumenta el riesgo de lesiones. Sin embargo, matizó su declaración al exponer cómo los jugadores suelen estar acostumbrados a jugar más de un compromiso por semana. "En las semanas con dos partidos no hay espacio para el microciclo corto. Tenemos que hacer una primera sesión de recuperación, una segunda que es mixta porque hay que preparar el siguiente partido. Y la tercera y última parecido. Cuando acaba el partido siempre hay futbolistas con molestias y no es fácil que estén disponibles al día siguiente. Si juegas domingo-miércoles la probabilidad de lesión está claro que es más alta. Pero es verdad también que los jugadores acostumbrados a jugar dos partidos a la semana y participan más el estímulo del entrenamiento lo tienen con la competición. Digamos que es su manera de tener el entrenamiento que luego no tienen", sentenció.
¿Cómo se trabaja en una semana con parón internacional?
Hablando ahora sobre el tercer escenario, en cuanto a los parones internacionales, el fisioterapeuta Lluís Puig ha profundizado en el tema. "Hay un mayor riesgo de lesión a más horas de exposición. Eso es obvio. La ventaja de tener semanas limpias es, primero, que puede entrenar todo el grupo junto, que es lo difícil muchas veces cuando hay dos partidos. A menudo se hacen trabajos de recuperación y no se puede hacer mucha carga. Y es por eso que aprovechan parones y semanas con un partido para hacer trabajos con más intensidad que no se pueden hacer con dos partidos semanales. Todo el trabajo preventivo no se puede hacer de manera intensa muchas veces, dado que el jugador está recuperando", apuntó.
Para concluir, Puig ha hablado sobre la influencia directa que puede tener la fecha FIFA en los jugadores, y ha expuesto no solo los aspectos deportivos, sino también todos los factores que están involucrados al unirse a sus selecciones: "Luego están los viajes. A nivel psicológico, el estrés. Jugadores que a veces en su selección juegan un papel más relevante. O en posiciones distintas. Y eso conlleva diferentes tipos de esfuerzos. Eso fatiga al jugador de manera considerable. Pero vaya, sobre todo el poder hacer un trabajo conjunto todo el equipo, es lo más beneficioso de las semanas limpias".