El FC Barcelona suma 43 goles en la Liga, una cifra muy discreta, pero solo ha recibido siete goles en 21 partidos. El rendimiento defensivo del equipo explica su liderato en la competición española donde Ter Stegen ha dejado su portería intacta en 16 partidos. En otros cuatro encajó un gol y en el Bernabéu recibió tres. Además, en el Camp Nou solo el Espanyol ha podido marcarle un tanto al grupo azulgrana.
El cambio en la defensa del equipo de Xavi Hernández ha sido tanto que hace poco logró romper una marca de la entidad en goles recibidos después de completar una primera vuelta. Con solo 7 goles en 19 partidos, los culés rompieron una marca de la temporada 1986-87, cuando encajaron ocho goles con Andoni Zubizarreta en la portería.
Todos estos números y rendimientos distan mucho de lo que había sido el Barça del curso anterior, uno en el que Xavi asumió como entrenador después de 3 meses de comenzada la temporada. Ronald Koeman fue despedido en octubre y para el comienzo de noviembre (2021), el de Terrassa volvió al club que lo formó como jugador y que lo llevó a ser uno de los mejores mediocampistas de toda la historia.
Sin embargo, la realidad es que el egarense se consiguió con una plantilla venida a menos y un equipo que le costaba ser sólido en ambas áreas durante los 90 minutos. El proyecto de Xavi comenzó con dos porterías a cero, ante el Espanyol y el Benfica, consiguiendo un triunfo y un empate respectivamente. De ahí en más la fase defensiva no siguió respondiendo de la misma manera.
Los culés recibirían al menos un gol en los siguientes seis partidos por todas las competencias y en esos 540 minutos sumarían 10 goles en contra, es decir, casi dos por partido. Por aquellos días el cuerpo técnico aún estaba lejos de tener un once ideal, y menos aún una defensa titular. De hecho, se alternaba entre línea de cuatro defensores o de tres y los nombres desfilaban en cada encuentro.
Piqué, Araújo y Eric García eran los nombres de mayor garantía, pero al uruguayo muchas veces tenía que ser utilizado como lateral derecho. Además, Jordi Alba era el único lateral izquierdo que veía minutos, con un Alejandro Balde que en aquel momento no era de la confianza de Xavi. Junto a Mingueza, Dest, Lenglet o Umtiti, el Barça terminó aquel 2021 y empezó el 2022 con un ritmo defensivo cada vez peor.
Después de aquella portería en cero en la visita a Mallorca, los culés volverían a encadenar partidos encajando. Siguieron 7 goles en solo cuatro partidos, en los cuales estuvieron los de Supercopa y Copa ante el Madrid y el Athletic respectivamente, ambos con prórroga incluida. Llegaría la Europa League y Xavi alternaría a Piqué y Araújo como compañeros de un Eric García que fue el central que más minutos por aquella época.
Después de encajar tres goles en 6 partidos, en una racha que tuvo el triunfo en el Clásico por 0-4, la temporada azulgrana se terminó viniendo abajo con aquella derrota 2-3 en el Camp Nou ante el Eintracht de Frankfurt, sumada además a la caída por la mínima en el Estadi ante el Cádiz solo cuatro días después. El curso se cerraría con seis tantos encajados en los últimos 7 partidos, una cifra muy alejada de las que se manejan ahora mismo en el equipo culé.
De aquella defensa solo Araújo se ha mantenido como un nombre importante, con un Alba que perdió su lugar con Balde. Eric ha pasado a ser la última opción de central, Piqué se retiró y futbolistas como Dest, Mingueza, Lenglet y Umtiti fueron descartados por Xavi durante la pretemporada. El club activó las 'palancas' en verano y llegaron Koundé y Christensen, dos nombres que han regresado al club al más alto nivel defensivo, junto a un Ter Stegen que recuperó su mejor versión.