Apenas ha disfrutado de 25 minutos con la camiseta del FC Barcelona, pero Philippe Coutinho ya ha cautivado a todos los aficionados culés. En el vestuario del Camp Nou también hay muchas ilusiones puestas en el brasileño, algo que reconoció Ernesto Valverde hace unos días. Sin embargo, no es el sustituto de Andrés Iniesta.
Igual que se rechazan las comparaciones cada vez que aparece 'el próximo Leo Messi' o el 'Messi X (introducir cualquier nacionalidad del mundo)', cabe destacar, más que nunca, que el de Río de Janeiro viene a escribir su propia historia. Las comparaciones son odiosas, y más cuando uno aterriza con el cartel de jugador más caro de la historia del club.
En estos seis meses, y con la desventaja de no poder participar en Champions, el centrocampista deberá centrarse en pulir sus defectos y encajar sus muchas virtudes, algo que, como se pudo ver en su debut, le va a salir prácticamente natural. Para ello cuenta con la ayuda de todos, desde unos compañeros entregados al recién llegado, en especial su amigo Luis Suárez, a un cuerpo técnico que está convencido.
Tan iguales y tan distintos
Aunque Iniesta y Coutinho comparten carril y una calidad muy superior a la media, sus cualidades son, a su vez, bastante distintas. Ambos podrán crecer a partir de la clase del otro, si además de darles relevos, el Txingurri decide combinarlos. Quien debe ganar, a fin de cuentas, es el Barça, que añade un mago más a su plantilla con un perfil que encajará sin demasiados problemas en la filosofía azulgrana. No será otro Iniesta, pero sí será Coutinho.