El Barcelona presentó el balance económico de gastos e ingresos que tuvo la campaña anterior, con cifras un poco alarmantes tomando en cuenta lo que significan a futuro para la institución, que debe apurar al máximo su regreso a la élite competitiva para darle un vuelco a la situación cuanto antes.

Mientras las ganancias se quedaron congeladas en 631 millones de euros mientras que los gastos son casi inexplicables, con un total de 1136 millones de euros, un monto bastante alto que no se termina de entender viendo de lo que carece el club, sobre todo en lo deportivo y estructural, con el Camp Nou en medio de considerables desperfectos.

No genera

Se entiende un bajón en ingresos en cualquier empresa por la pandemia mundial, de hecho se entiende que hasta cesen algunas operaciones, pero que más de 200 millones marquen la diferencia en un club que ya venía bajando esa cifra, es importante y llamativo sabiendo que de momento, será difícil generar mayores activos.

Gastos desmesurados

Seguramente aquello de pagar por molestar con ruidos ya no sea tan gracioso al ver como los egresos superaron el millardo de euros. En una temporada donde hubo menos trabajadores y no se hizo un fichaje de mayor renombre, cuesta entender lo que explican en los gráficos incluso cuando exista una coartada.

Pecados en venta

Ya no son regalos, sino faltas graves contra el club. Que Suárez, Rakitic y Vidal hayan salido sin dejar ni una moneda en las arcas del club no se entiende sabiendo cómo estaba el equipo, lo mismo que el acuerdo para pagar la ficha del uruguayo con el Atlético de Madrid, que este sábado podrá hundir más la daga.

Lo lamentable de la situación pasa realmente por el futuro. Equivocarse, cualquiera, mucho o poco, pero le pasa a cualquiera. Ahora que el club y los socios ven de frente el rival y su sombra, es más necesario que nunca tomar medidas porque este equipo, tal como está, no generará mayores ingresos.