El duelo entre España y Francia en las semifinales de la Eurocopa ha dejado sobre la mesa nuevamente un tema que ya desde hace mucho está claro: nadie se acuerda de Ousmane Dembélé en Barcelona. El delantero francés intentó causar un cierto 'espejismo' con su eliminatoria ante el conjunto azulgrana en la Champions League, sobre todo en la vuelta tras la expulsión de Ronald Araújo, pero la realidad es otra.
Y es que la temporada del galo, tanto en París como con su selección, ha sido muy irregular y alejada de las pretensiones que ambos equipos tenían en él, teniendo en cuenta que en la Euro incluso terminó perdiendo la titularidad y la recuperó para las 'semis' por el desgaste de Griezmann en los cuartos de final. Del otro lado, en el Barça, los culés aceptaron su intención de salir e ingresaron poco más de 20 millones de euros en la operación, una en la que el jugador y su agente ingresaron el 50% de la misma.
Crecimiento total y absoluto para el Barça en su extremo derecho
Así, el conjunto catalán puso sus fichas del extremo derecho en Raphinha, pero también en Lamine Yamal, un futbolista que recién había cumplido 16 años y menos de un año después los resultados han sigo magistrales. Tras un curso de altos y bajos, algo normal en la adaptación a la élite y al conocimiento de sus nuevos compañeros, el canterano culé se ha reafirmado en este 2024 como un jugador que está listo para el primer equipo y las grandes 'noches', como lo demostró en la Eurocopa, precisamente ante Dembélé.
Mientras el galo cumplió con un partido de pocos aciertos, haciendo carreras que muchas veces no llegaban a ninguna jugada de peligro, golpeando mal el balón en centros o remates a la portería de Unai Simón, Lamine se encargó de volver a meter a España al partido, iniciando la remontada final de 1-2 e intentando una y otra vez crear peligro en el área francesa, algo que le permitió llevarse el MVP del partido.
Lamine puede marcar época y hacer olvidar lo amarga que fue la estancia de Dembélé
Aunque aún resta mucho, la realidad es que Dembélé y su fútbol no parecen poder ir más allá de lo que ya se ve sobre el campo, mientras que Lamine tiene un futuro que simplemente se pierde de vista, permitiendo que el Barça quizás pueda hacer el mayor 'upgrade' de su historia, si es que ya no lo ha hecho. Y es que a pesar de lo que significó la llegada al equipo culé de jugadores de la repercusión de Johan Cruyff, Ronaldinho o Leo Messi, el contexto con el galo era muy particular, y también lo está siendo el talento que derrocha Lamine.
Cada uno de los 'cracks' mencionados mejoraron enormemente a los futbolistas que actuaban en sus posiciones cuando arribaron a la Ciudad Condal, pero en este caso también se trata de que el Barça puede dejar atrás una de sus peores operaciones en cuanto a lo económico y deportivo. Dembélé pasó seis temporadas casi sin demostrar por qué habían pagado más de 130 millones por él, sumando lesiones y momentos 'grises', además de marcharse sin ningún tipo de agradecimiento con el club, algo que deja atrás un Lamine Yamal que es hecho en 'casa' y que se ha comprometido a largo plazo con el Barça.