Paulo Dybala tiene sensaciones encontradas en Argentina. Frío y calor a la vez, como cuando ardemos de fiebre pero nos tapamos con la manta hasta el cuello. Y no es para menos. El talentoso atacante argentino tiene que lidiar en la albiceleste con la impotencia de saber que no podrá tener apenas minutos, debido a la alargada sombra de Leo Messi.
Es lo que tiene jugar en la misma posición que el mejor futbolista del planeta y, además, tener unas condiciones de juego similares que hacen que no puedan coincidir demasiados minutos sobre los terrenos de juego. Sampaoli, al menos, no ha encontrado de momento una solución para que dicha situación pueda darse y que haya fluidez en el juego ofensivo.
Aunque, siendo francos, tampoco puede decirse que Argentina tenga demasiada fluidez en ataque incluso cuando Dybala y Messi no coinciden. La cuestión es que Dybala está sufriendo una situación compleja y para nada usual, al haber sido tan sólo 8 veces internacional con la absoluta de Argentina y no haber conseguido marcar todavía ningún gol oficial.
Situaciones contrapuestas para Dybala
Todo lo contrario que en la Juventus, donde le valoran como al mejor jugador de la Serie A y realmente hace honores para ello. Acumula ya 10 dianas en siete partidos de Serie A esta temporada 2017-18, habiendo dado un paso al frente en lo que se refiere a la anotación. En Champions League todavía no ha marcado en dos jornadas disputadas, pero se prevé que lo haga pronto si continúa con la dinámica actual.
Paulo Dybala atraviesa momentos de introspección y reflexión en la selección de Argentina. Su situación no es nada fácil, pero de momento tiene que afrontar la realidad. Está por debajo de Leo Messi, como todos los terrenales. Sólo que a él, por mala suerte, le afecta todavía más.