En el FC Barcelona, la idea de adquirir un mediocentro en este mercado veraniego parece estar tornándose cada vez más distante. ¿Por qué? Esto no parece responder únicamente a un tema de prioridades. Hay que recordar que el combinado azulgrana ha ido relegando progresivamente la idea de reforzar el pivote a un segundo plano, dándole más relevancia a la incorporación de un extremo izquierdo, como Nico Williams del Athletic Club, y a otra pieza polivalente para el frente de ataque, como es el caso de Dani Olmo del RB Leipzig que, aunque naturalmente sea un mediapunta, también puede desempeñarse en otras demarcaciones en el último tercio ofensivo del campo.
No obstante, el cambio de objetivos en el cuadro barcelonés no surgió solo como una mera especulación, sino que la dirección deportiva cuenta con sólidos argumentos para considerar que sumar un pivote, en lugar de ser una necesidad imperiosa, es una alternativa que vale la pena valorar. Estas razones incluyen la notable irrupción de los canteranos culés en la dinámica del primer equipo y el alto costo que el elenco catalán habría tenido que asumir para hacerse de los servicios de algunos de los nombres estelares que el equipo consideraba para robustecer esta zona del terreno de juego.
El FC Barcelona confiará en La Masia para reforzar la zona de mediocentros
En este sentido, el FC Barcelona está viendo con satisfacción cómo dos mediocentros formados en La Masia, Marc Casadó y Marc Bernal, están brillando en la dinámica del primer equipo. De hecho, tal ha sido la confianza mostrada por Hansi Flick en estas dos jóvenes promesas, que en los dos compromisos de la pretemporada 2024/25 en Estados Unidos, frente a rivales de la jerarquía del Manchester City (2-2) y el Real Madrid (1-2), los alineó en su once inicial en un doble pivote dentro de su esquema 4-2-3-1, dándole continuidad a una dupla que se vio en varias ocasiones durante el curso 2023/24 con el Barça Atlètic.
Este par de apuestas han arrojado resultados muy prometedores, especialmente en el caso de Marc Casadó, quien luce cada vez más 'aceitado' en la 'sala de máquinas'. El de Sant Pere de Vilamajor se ha mostrado como un pivote dinámico, con una notable capacidad táctica para construir juego desde la línea de fondo y sumarse al ataque en transiciones ofensivas, además de mostrar un muy correcto despliegue físico y buen posicionamiento táctico en labores defensivas, cualidades todas ellas valoradas por el entrenador alemán en su visión de lo que debe ser un centrocampista 'box to box'.
El alto costo de los pivotes que gustaban al Barça, otro gran problema para el club
Ahora, otra razón por la cual el FC Barcelona da la impresión de haber desistido de fichar un mediocentro se centra en un motivo estrictamente económico. ¿Por qué? La situación financiera del elenco barcelonés ha estado marcada por cierta austeridad en los últimos años, lo que ha afectado negativamente la posibilidad del club de cumplir con el 'fair play' en LaLiga y de realizar incorporaciones de manera regular al no cumplir aún con la regla 1/1. Teniendo en cuenta esto y considerando que el combinado culé tiene la intención de enfocarse principalmente en las adquisiciones de Nico Williams (62 M€) y Dani Olmo (60 M€) y sin haber realizado aún una venta de un nombre 'top', ¿con qué recursos podría aventurarse al mercado en busca de un pivote de primer nivel?
La opción que más llamaba la atención a Hansi Flick para reforzar el centro del campo a través de una incorporación era Joshua Kimmich del Bayern Múnich. Sin embargo, resultaba evidente que esta transacción era poco factible debido a los montos que se manejaban, tanto por el costo del traspaso (se llegó a comentar que el 'Die Roten' pedía entre 30 y 40 M€) como por el salario del jugador (alrededor de 10,3 'kilos' netos por temporada). La situación era similar con Martín Zubimendi de la Real Sociedad, otro mediocentro que despertó interés en el cuadro de la Ciudad Condal, pero con el cual el conjunto 'blanquiazul' mostró cierta inflexibilidad en su posible salida, dejando claro que no aceptarían menos de los 60 millones de euros de su cláusula de rescisión.
Incluso, la opción de Mikel Merino, también de la Real Sociedad, no parecía ser la más fácil de concretar, no tanto por el precio del traspaso (que rondaba los 20-30 M€) como por dar la impresión de no ser del todo compatible con las circunstancias del club azulgrana, que aparentemente optará por confiar nuevamente en su cantera, una estrategia que ha sido exitosa en más de una ocasión. Ahora surge la pregunta: ¿podrán jugadores como Casadó y Bernal fortalecer una posición donde también podrían destacar nombres como Pablo Gavi e İlkay Gündoğan? Solo el tiempo lo dirá.