Para ello, el extremeño se ha marcado una hoja de ruta con unos pasos muy claros. Quiere que en el año que empieza se note su huella en el equipo, pero también tiene una misión que será clave: recuperar las buenas costumbres. Ya lo confesó en sus primeras declaraciones como barcelonista, en las que avisó que no hay que tocar lo que la plantilla ya hace bien, y ahora pretende ponerlo en práctica.
Posesión, movilidad y equilibrio defensivo son los conceptos innegociables que Valverde pretende implementar en su Barça, y para ello quiere echar la vista atrás para recoger las bondades que ya plasmaron sus antecesores.
Los objetivos de Ernesto Valverde
Dominar y contraatacar
Con Guardiola el conjunto catalán era dominador hasta el punto de aplastar a sus rivales, y aunque con Luis Enrique perdió algo de ese sello, ganó un arma que el de Santpedor había dejado aparcada, el contraataque. El Txingurri quiere que su equipo lleve el mando, pero no renunciará a un filón que la MSN ha demostrado que puede convertir en letal. Si los pases no pueden abrir las defensas, se aprovecharán los espacios a la contra.
Moverse arriba, capital
Otra de las características que debe reunir el Barça de Valverde es la movilidad en ataque, un recurso que ya aplicaron a la perfección los Eto'o, Henry y Messi y que Leo ha perpetuado con el resto de sus socios, ahora Suárez y Neymar. No sólo el tridente, sino el resto de delanteros y centrocampistas, e incluso los laterales, deben tener en cuenta que los cambios de posición y la ocupación de los espacios son la clave en la ofensiva azulgrana, y que su buen funcionamiento será decisivo a la hora de anotar.
La defensa, imprescindible
Aunque el sello principal del Barça es ser un equipo muy ofensivo, cabe recordar que la defensa ha sido un puntal en la consecución de los éxitos de los últimos años. El equipo ataca a las mil maravillas, pero también ha sabido protegerse de la mejor manera cuando los goles no han llegado. En la pasada campaña costó mantener a salvo la portería, y es por eso que el Txingurri pretende recuperar un esfuerzo que permita establecer el equilibrio. Si el desgaste de los propios jugadores no da para cumplir en ambos lados de la cancha, los fichajes o un cambio en la formación acercarán los objetivos. Todo por resucitar de nuevo a un Barça campeón.