Se ha comentado a menudo que el Barça tiene dependencia de Leo Messi, en incluso se llegó a hablar de Neymar y con menor frecuencia de Samuel Umtiti. Los cracks son difíciles de reemplazar, pero a diferencia del Real Madrid, la plantilla azulgrana tiene demasiados contrastes. La salida del brasileño ha perjudicado al juego del equipo, y el argentino es uno de los grandes damnificados.
A pesar de que la MSN condicionaba todo el once, la delantera era un arma bien engrasada, con tres piezas capaces de generar peligro en sus combinaciones pero también de decidir los partidos por sí mismas. Esa era precisamente una de la claves de su funcionamiento, ya que su simple presencia causaba estragos en las defensas rivales. Ahora, la marcha del extremo ha dejado cojo el ataque barcelonista, facilitando las tareas de unos rivales que estan consiguiendo ahogar a Messi y Suárez.
Porque aunque Denis Suárez o Gerard Deulofeu sean futbolistas de calidad, su nivel no se acerca al que exhibía Neymar, una estrella de talla mundial, y en los duelos de la Supercopa se han podido comprobar las primeras consecuencias. Con el equipo lastrado a nivel físico, no hubo ningún factor diferencial a nivel de desequilibrio, y esto benefició a un Real Madrid que contuvo al '10' sin demasiados problemas.
Ni siquiera acumulando marcas sobre el de Rosario el Barça logró encontrar otras vías de ataque, sacando a la luz un problema que los catalanes deben resolver cuanto antes. Nadie duda de la calidad de Leo Messi y Luis Suárez, pero deben tener otro crack que pueda respaldarles, ya que de no ser así, la batalla en LaLiga será difícil, pero la guerra europea seguro estará perdida.
Plantilla larga
Y es que en estos momentos, el Barça tiene una plantilla muy larga, pero demasiado descompensada, con futbolistas fuera de forma a nivel físico o incluso de calidad. La secretaría técnica trabaja contrarreloj para cerrar los refuerzos, pero plantear de nuevo 'planes B' no será una solución para un conjunto que necesita reformarse haciéndolo pronto y bien.
Como se suele decir, optar por segundas opciones puede significar 'pan para hoy y hambre para mañana', ya que se habrá gastado un dinero difícil de recuperar en futbolistas que realmente no son los mejores del mundo, el tipo que realmente marcaría la diferencia en el club. Quedan 11 días para el cierre del mercado, y, de momento, hay muchas cuentas pendientes en el Camp Nou.