La plantilla del FC Barcelona ha sufrido algunos cambios desde el pasado verano, pero a pesar de los refuerzos, hay algunas zonas que siguen en problemas. La mala suerte se ha cebado de nuevo con los centrales, y Ernesto Valverde afronta el duelo contra el Getafe con sólo un especialista disponible. Además de la participación de un Yerry Mina que parece innegociable, lo que también es casi seguro es que Thomas Vermaelen no estará en el Camp Nou.
El de Kapellen ha sido uno de los grandes ausentes en la sesión de entrenamientos del viernes, junto a un Gerard Piqué que ya forzó para jugar en Mestalla. Pese a que sus primeras sensaciones tras volver a correr fueron positivas, no ha acabado de encontrarse cómodo, por lo que su recuperación podría alargarse algunos días más.
La consigna de los servicios médicos es clara, mientras ha estado sano ha rendido a la perfección y ha estado muy tranquilo respecto a su estado físico, algo que invita a no tomar riesgos innecesarios con un jugador muy propenso a 'romperse'. Si el sábado no está en plenas condiciones, algo que se prevé bastante improbable, no estará en la lista de convocados, ya que es mejor ser prevenidos para no tener que volver a lamentarse.
Piqué, con calma
El otro caso pendiente de evolución es, precisamente, el de Gerard Piqué, que se sacrificó por los suyos contra el Valencia pero tuvo que ser sustituido por una lesión que todavía no había superado. Con la Champions a la vista y con el objetivo de evitar percances más graves, lo ideal sería que el catalán descansara, algo que se decidirá tras las pruebas y las opiniones que se sucedan en las próximas horas.