La generación más exitosa del FC Barcelona empieza a llegar a su fin, y el club quiere estar preparado para el futuro. Nombres como Carles Puyol, Xavi Hernández o Andrés Iniesta no sonarán más en clave azulgrana, y hay que ser conscientes de la dificultad que supone seguir adelante sin los referentes. Precisamente, en el relevo generacional que se prepara en la plantilla, parece que los catalanes ya han elegido su camino.
Más allá de que el verano depare el fichaje de algún jugador contrastado, la planificación empieza a apuntar a varios jóvenes que cumplen más con los requisitos del célebre 'ADN Barça', que podrían recoger el testigo de los actuales 'tocadores' de la plantilla y ayudar a paliar algunas bajas de nivel. Está claro, por ejemplo, que llegar a la altura del manchego son palabras mayores, pero eso no significa que no se pueda apostar por refuerzos de calidad.
Entre las posibles incorporaciones ya se ha confirmado la llegada de Arthur, pero otro objetivo claro sería que acabe acompañándole Frenkie de Jong. Ambos son dos proyectos algo caros -por exigencias del mercado- y, claro está, todavía por confirmar, pero aunque existe cierto riesgo, como en todo, las garantías pasan por las escuelas brasileña y holandesa, dos naciones estrechamente vinculadas a la historia y el estilo que impera en el Camp Nou.
La tercera vía sería una que se ha descuidado en el pasado reciente y que los históricos han alzado la voz para defender, y es que los responsables se esfuerzan en recuperar a la Masia como una garantía para los próximos años. Es probable que todavía queden disgustos por aceptar de la cantera, pero las renovaciones y el ascenso de Carles Aleñá son el principio de algo que debe ser mucho más grande, y que podrían continuar los Oriol Busquets, Riqui Puig, Juan Miranda y compañía.
El Barça no debe olvidar el físico
A la hora de mirar hacia adelante, conviene destacar que el fútbol ha dado otro paso importante, y que el estilo que en su momento encumbró a Pep Guardiola ahora tiene algunas modificaciones. Además de la clase, el físico es también muy importante, por lo que habrá que apostar por 'jugones' que estén preparados para luchar en mil batallas. El Barça ha sido en los últimos tiempos algo frágil, y sus peores rivales siempre han sido escuadras caracterizadas por la potencia como el Chelsea, el PSG o la Juventus.
Quizá este sea uno de los motivos que haya empujado a la venta de Paulinho, un extraño en la Ciudad Condal a sus casi 30 años y con unas carácterísticas atípicas para este centro del campo. El brasileño, aun con todos los pronósticos en contra, ha recordado que también conviene tener alternativas, por lo que no hay una sola salida para formar un equipo campeón. La esencia, eso sí, debe estar muy clara. La mezcla entre juventud y veteranía pasa por el toque.