Otra vez más, la hinchada del FC Barcelona volvió a ser el jugador número doce para soñar con la remontada ante la Juventus de Turín. No sirvió para ello, pero los aficionados azulgranas dieron una auténtica lección al mundo de lo que es querer a un equipo y respetarle, no obstante, nunca cesaron de animar y acabaron regalándole a sus jugadores una gran ovación a pesar del cero a cero final.
Eso hace que el Camp Nou se merezca ser, sin duda alguna, el MVP del Barça-Juve. Los blaugranas llenaron el Estadi hasta la bandera, colgando el cartel de no hay billetes e igualando a las dos mejores entradas del curso como fueron el Manchester City y el PSG.
Regalaron un precioso mosaico al principio del choque y crearon un auténtico ambiente de noche mágica, aunque después sobre el verde no les acompañasen. No lo hicieron porque en frente estaba una Juventus de Turín que no dejó ni medio milímetro a los cracks de Luis Enrique. Además, la mala suerte catalana tampoco acompañó.
El Camp Nou estuvo a la altura de la historia del Barça
Pero eso no ceso el empeño de la hinchada, que se desgañitaba en la banda y puso firme al colegiado holandés, tras su floja primera parte. Cánticos y aplausos, con todo ello se despidieron de la Champions League 2016-2017 dando, lo dicho, una auténtica lección de afición. Enhorabuena, culés, no siempre se puede ganar pero vosotros habéis demostrado lo que debe ser una afición.