Aunque el calendario está apretado al máximo y las fuerzas empiezan a ir justas a estas alturas del curso, todos los jugadores del FC Barcelona afrontaron con muchas ganas el parón de selecciones, uno de los últimos antes de llegar al Mundial de Rusia. Tanto los que tienen su presencia asegurada como los que necesitan ganarse el sitio están disfrutando su oportunidad.
A pesar de todo, hay algunos que, además del panorama internacional, siguen muy pendientes de la actividad en la Ciudad Condal, ya que cuando vuelvan a la acción, quedarán dos meses de máxima intensidad con un sprint final hacia los títulos, y hay varias cuentas pendientes.
Dembélé quiere acabar la temporada a lo grande
Entre ellos está Ousmane Dembélé, cuyo estreno como futbolista azulgrana ha tenido más baches de los esperados. Dos lesiones le apartaron durante varios meses mientras iniciaba la fase de adaptación, y a su vuelta se han mezclado las ganas de agradar y las dudas sobre su comportamiento, algo que ha empezado a borrar con un rendimiento al alza en sus últimos partidos.
Es por eso que el francés llega con muchas ganas al tramo final de la campaña, en el que se juega mejorar las sensaciones de su primer año en el Camp Nou. Tras su recuperación ha dado pasos importantes, y cada vez se encuentra más cómodo en el once, ayudando en ataque pero también sacrificándose en defensa.
El de Vernon sabe que le tocará dosificarse para evitar más sustos con su estado físico, pero no quiere bajarse de una racha de encuentros que ya alcanza los tres consecutivos. Acumular minutos será clave para encontrar su sitio y continuar con su trayectoria ascendente, que podría dejar un gran final de temporada y un buen augurio para la próxima.
Valverde dosificará a Dembélé
Como ya explicó en una de sus últimas ruedas de prensa, Ernesto Valverde está encantado con las posibilidades que tiene para elaborar sus alineaciones, con perfiles muy distintos y jugadores de máximo nivel. Hablando sobre el propio Dembélé, el técnico se congratuló de su reciente mejoría, y explicó que el suyo es un proceso que sólo puede ir a mejor.
Eso sí, lo que parece claro es que el Txingurri dosificará al joven atacante, para evitar que su precipitación le vuelva a jugar otra mala pasada. Esto no está resultando ningún problema para el galo, que, por ejemplo, tuvo 84 minutos contra el Málaga. Después, duró poco más de una hora contra Chelsea y Athletic, lo suficiente para coger ritmo, pero restándole un esfuerzo que puede ser definitivo. Tiempo no le va a faltar.