Sin haber llegado a ser titular indiscutible, Paulinho se ha convertido en una pieza indispensable en el FC Barcelona de Ernesto Valverde. El brasileño se ha ganado un sitio con unas características muy distintas a los habituales centrocampistas del conjunto catalán, pero demostrando que puede ser útil como ninguno. El gol es su mejor carta de presentación.

Porque a pesar de arrancar desde la medular, el de Sao Paulo es ya el tercer máximo anotador de los azulgrana, sólo por detrás de Leo Messi y Luis Suárez. Getafe, Eibar, Athletic y Leganés han comprobado que marcar no es solamente cosa de delanteros, y además sus estadísticas le colocan al ritmo de los mejores.

Porque el promedio anotador de Paulinho es de un tanto cada 102 minutos, por detrás de Edinson Cavani (67'), el Kun Agüero (75'), Robert Lewandowski (77,6'), Gabriel Jesús (86) o el propio Messi (90), pero por delante de algunos de los mayores especialistas del gol del mundo. Sin ir más lejos, Paco Alcácer (135') o Suárez (160') están por detras, pero también lo están Neymar (115') o Romelu Lukaku (135'), por no hablar de los miembros de una resquebrajada 'BBC'.

Mucho más

Pero aunque su facilidad anotadora es la cualidad que más llama la atención, no es la única que Paulinho está aportando al Barça. Además de ofrecer su reconocido derroche físico, ha sabido adaptarse al juego de toque que impera en su nuevo equipo, añadiendo seguridad en los balones aéreos y una argumento más en la presión. El paulista es el mejor ejemplo del que el hecho de ser un jugador distinto no significa que no se pueda encajar.