Si hay algo peor que perder un título, es hacerlo contra el máximo rival, y si todavía se puede empeorar más, habría que añadirle la impotencia que ha mostrado el Barça en sus dos ultimos enfrentamientos frente al Real Madrid. El preparador azulgrana continúa con su discurso de "hay que mirar para adelante", pero esto podría no ser suficiente.
Porque durante los primeros partidos del curso Ernesto Valverde parecía haber dado con la tecla, con un conjunto unido, que mordía y que mantenía la alegría con la pelota en los pies. Pero todas estas cualidades se han roto al primer duelo serio que ha aparecido, en el que ninguna de las estrategias ha funcionado.
El Barça no sólo no ha sido capaz de mantener su estilo, sino que se ha visto superado en él por un Real Madrid intratable. Con futbolistas de su propio interés y agrado, los catalanes se han visto vencidos y, además, desconcertados por los experimentos de su entrenador, que complicó más la remontada con un intento que estuvo muy lejos de funcionar.
La solidez defensiva no fue el único aspecto que los azulgrana echaron de menos frente a los blancos, y es que tampoco funcionó un ataque demasiado dependiente de Leo Messi y Luis Suárez, encerrados y perdidos en batallas poco útiles. Los delanteros no encontraron unos caminos que no llegaron para ninguno, y es que las imprecisiones no abandonaron a unos futbolistas que empezaron a hundirse en el Camp Nou.
Faltan refuerzos
Una de las conclusiones más graves que deja la Supercopa de España es que el Barça ha quedado gravemente herido tras la marcha de Neymar. Aunque ya sea irreversible y en el club y el vestuario insistan en mirar hacia adelante, la salida del brasileño ha dejado tocada a la plantilla, al once y al juego de los catalanes, brillantes hace apenas unas semanas y preocupantes a poco de empezar LaLiga.
Además, la configuración del primer equipo sigue generando dudas, sobre si los futbolistas tienen la calidad suficiente, si están preparados para la exigencia del Camp Nou y si es suficiente con dos incorporaciones más. A Ernesto Valverde se le acumula la faena, y aunque no todo está al alcance de su mano, le ha tocado un temporal difícil de capear, y, de momento, ya ha perdido parte del crédito con el que empezó.