Generalmente, en el club azulgrana se disputan más de 60 partidos por campaña, y es vital mantener la forma fisica del grupo para afrontar con garantias la lucha por los títulos. Este será uno de los retos de Ernesto Valverde en su nueva etapa azulgrana, en la que debe mantener conectados a titulares y suplentes para aspirar nuevamente a todo.
Precisamente, la estancia de Luis Enrique en el banquillo del Camp Nou ha dejado algunas dudas en lo referente a la gestión del grupo, y en especial en un último curso en el que el máximo rival, el Real Madrid, ha exhibido una envidiable profundidad de plantilla.
La baja participación de algún futbolista o las rotaciones masivas en partidos concretos han desgastado al preparador asturiano, y Valverde debe aprender de estos errores para superar trampas como las que le esperan en Balaídos, La Rosaleda o Anoeta, campos en los que al FC Barcelona le ha costado ganar en los ultimos años.
Dosificar egos y esfuerzos y mantener la motivación de todos los miembros del plantel ha demostrado ser un punto importante en un club en el que los teóricos secundarios deben ayudar a las estrellas, con el objetivo final de continuar la racha y seguir levantando trofeos.
Experiencia probada
Aunque entrenar al FC Barcelona no será la misma situacion, Ernesto Valverde puede asegurar que viene bien preparado para afrontar el complicado aspecto de las rotaciones. El Txingurri ha vivido varias temporadas intensas en Bilbao, con numerosas previas de competiciones europeas y campañas que se han alargado hasta más de 50 partidos.
Así, el extremeño deberá poner todo de su parte para encajar todas las piezas de su once y saber moverse bien en el tablero, uno tan difícil y tan exigente como el del FC Barcelona.