El FC Barcelona está en plena batalla por los títulos, pero desde este martes sólo se habla de las entrevistas de Éric Abidal. El secretario técnico no se mordió la lengua en sus conversaciones con los diarios 'Sport' y 'Mundo Deportivo', y tocó varios temas calientes de la actualidad culé. A pesar de sus esfuerzos por hacer visible la normalidad existente de puertas hacia adentro, la jugada no salió demasiado bien a la directiva.
Si la intención era dar imagen de calma tras unos meses muy movidos, el tiro les salió por la culata a los 'pesos pesados' del club, ya que las palabras del galo no hicieron más que avivar el debate sobre la deriva que parece guiar a la entidad. El de Saint-Genis-Laval quiso dejar clara su postura y apartar cualquier posible rumor del pasado reciente, pero generó más incógnitas y se llevó algún sonado toque de atención.
Para empezar, el francés intentó arrojar algo de luz al precipitado relevo de Ernesto Valverde, y encontró un roce con Leo Messi porque al capitán no le gustó que echara las culpas a la plantilla. El argentino le respondió con contundencia porque los jugadores ya se excusaron por su bajo rendimiento, pero no quiso que se les cargara con toda la responsabilidad y advirtió que las decisiones finales se toman desde arriba.
Tampoco quedaron demasiado claras sus explicaciones sobre el tanteo a Xavi Hernández, ya que se desgastó insistiendo en que hubo contactos pero recalcó en todo momento que no se produjo una oferta como tal, repitiendo que esto no se podían considerar negociaciones. Pese a su insistencia, y a revelar reuniones con diversos entrenadores, manifestó su confianza en Quique Setién y dejó la puerta abierta al egarense.
Aunque aportó algunas justificaciones lógicas respecto a cuestiones de planificación, pasó por encima de una apuesta muy arriesgada, que ha debilitado tanto al primer equipo como al filial cuando los primeros se juegan Liga, Champions y Copa del Rey y los segundos un importante ascenso a Segunda División. Adjudicar las despedidas de Carles Pérez, Abel Ruiz o el malestar de Ivan Rakitic únicamente a criterios deportivos parece demasiado simple, por mucho que la ofensiva por jóvenes promesas como Matheus Fernandes o Francisco Trincao ilusione.
El Barça debe reforzarse y recuperar la unión
En la exigente pelea por los títulos, el Barça debe reforzarse y recuperar la unión, reforzando un proyecto liderado por Messi que no debe perderse en discusiones y fricciones internas, sino reformarse y mantener la dinámica positiva y exitosa que le ha caracterizado en los últimos años. El mejor jugador del mundo, y uno de los mejores de la historia, ve cerca su retirada, y no hay que regalar sus últimos momentos de gloria.
Como el propio Abidal indicó, hay que hacer que Leo se sienta feliz y motivado, y alejar las dudas y los comentarios malintencionados. Con guerras internas de este tipo, sólo se consigue generar división e incertidumbre, y se da alas a unos rivales a los que blindan sus propios medios. La prensa de la capital dispara contra los azulgrana e impulsa al Real Madrid, aprovechando estos instantes de duda de los catalanes que podrían costar muy caros. El verano 2020 será decisivo, pero todavía queda mucha temporada y la prioridad debe ser el fútbol.