Los errores del Barça a corregir en el 2023

El FC Barcelona no pudo pasar del empate contra el RCD Espanyol en el regreso a LaLiga Santander 2022-2023 tras el Mundial de Qatar. El equipo de Xavi Hernández venía con la ilusión a tope después de haber dejado buenas sensaciones en los últimos partidos antes del parón de selecciones. Tenían la oportunidad de mantener la ventaja de dos puntos sobre el Real Madrid, pero se quedaron en el intento. 

Y es que el Barça, a pesar de que fue muy superior contra el Espanyol, cometió mucho errores que les castigó más de la cuenta en el partido y, de allí, el nefasto resultado. Los culés fueron víctimas de un mal arbitraje de Mateu Lahoz, pero la responsabilidad -como dijo Xavi Hernández- fue de los propios culés. 

Los blaugrana no fueron contundentes, perdonaron ni 'mataron' al Espanyol cuando tuvieron la oportunidad. Les faltó creérselo y seguir el plan que tenían de inicio, que era sentenciar el partido muy pronto. Marcos Alonso abrió el marcador a los siete minutos tras un córner y centro de Christensen, pero la ventaja pudo aumentar en dos o tres veces más durante los primeros 45'. 

Al Barça le faltó ese instinto que, en otros partidos, sí ha tenido de salir a ganar de inmediato y, como bien decía Xavi, si no se cierra el partido pronto se terminan pagando las consecuencias por dejar al rival con vida. Pasó contra el Espanyol (más allá de la polémica arbitral) y puede ser un auténtico problema si se vuelve a repetir en los próximos partidos.

Si Lewandowski no marca... 

Otro punto que debe generar preocupación en el Barça y en lo que debe trabajarse sin descanso es en la falta de gol cuando Robert Lewandowski no está acertado. Ha quedado la sensación, una vez más, que si el ariete polaco no está, a los culés se les acaba su instinto goleador y, precisamente, ante los 'pericos' el '9' no estuvo más allá de dos intervenciones en la segunda mitad. 

Sus compañeros en el ataque no tuvieron su tarde, a pesar de que las esperanzas estaban puestas en ellos. Ansu Fati y Raphinha tenían mucho por demostrar y se quedaron en un quiero y no puedo. El brasileño estuvo muy activo y rozó el gol en dos ocasiones claras, pero acabó desinflándose. El '10', por su parte, comenzó muy voluntarioso, pero no tardó en apagarse. 

Y no es porque el Barça no llegue al campo rival o no genere ocasiones de gol, porque en la primera mitad fueron 20 las oportunidades para marcar, pero se quedaron sin claridad en el último pase. Es un punto (y pecado) que no es nuevo, todo lo contrario, pero que debe resolverse pronto porque la dependencia a Lewandowski comienza a ser peligrosa.

Caer en el 'juego'

Contra el equipo de Diego Martínez, el Barça sufrió más desde lo mental que desde el físico. La frustración de no poder encontrar el camino hacia el gol y ver todos los esfuerzos reducidos en nada, afectó a los culés más de la cuenta, sobre todo porque el Espanyol consiguió empatar el enfrentamiento en su segunda aproximación más clara al área de Ter Stegen, tras un penalti de Marcos Alonso sobre un Joselu que venció sin problemas al guardameta alemán. 

El Barça dejó la sensación de que perdió la concentración y, aunque volvieron a presionar y firmaron ocasiones para conseguir la victoria, dejaron atrás la firmeza y fiabilidad que les había permitido estar por delante en el marcador. Además, cayeron en el 'juego' de Mateu Lahoz con las protestas y acabaron aceptando un 'desfile' de cartulinas amarillas en la segunda mitad, incluida la expulsión de Jordi Alba.