El Rayo Vallecano se planteaba con un desafío interesante para comenzar LaLiga en casa para el FC Barcelona. El conjunto madrileño ganó los dos partidos en la 2021-22 y, el sábado, los de Andoni Iraola volvieron a amargar a un Spotify Camp Nou que pasó de la ilusión a la decepción con el pasar de los minutos. La falta de puntería y las malas decisiones de Xavi Hernández en el banquillo hicieron la diferencia para que los culés no lograsen romper el cero 'rayista'.
Iraola apostó por un esquema 4-2-1-3 para mantener el bloque durante los 90 minutos, con Álvaro García e Izi Palazón apostando al ida y vuelta continuo para ayudar en defensa y una línea de cuatro que encontró en la dupla Catena-Lejeune una dupla fiable para contener las arremetidas culés. Esto, sumado a la gran noche del macedonio Stole Dimitrievski, objetivo del Barça en invierno, cerraron las puertas del gol a un equipo que remató hasta en 21 oportunidades, pero solo seis de ellas al arco.
En ese sentido, el primer error de Xavi tuvo que ver con la lectura del partido en el complemento. El técnico egarense apostó por el once que más trabajó en la pretemporada, como era de esperarse, pero el partido no transcurrió de acuerdo con el plan inicial. Para el Barça, los cambios llegaron a partir del minuto 60, cuando el Rayo ya había avisado exigiendo a Ter Stegen y Christensen con dos ocasiones claras de Sergio Camello.
El míster de Terrassa optó por dar entrada a Sergi Roberto, Ansu y Frenkie por Christensen, Raphinha y Gavi. La salida del danés provocó que Araújo, de pobre participación como lateral por derecha, se moviera a su posición natural como central, algo que debió suceder desde el inicio, pues el charrúa no aporta nada en esa posición ante equipos que se encierran en bloque. Sergi dió más profundidad en ataque, mientras que De Jong y Fati se mostraron muy incisivos, aunque erráticos en definición (en el caso del '10').
Auba, muy tarde. Pedri no debió salir
Así como Araújo tuvo un partido flojo como lateral derecho, Jordi Alba tampoco tuvo su noche por izquierda. Sin embargo, Xavi le retuvo en el once hasta el minuto 82, dando ingreso a un Pierre-Emerick Aubameyang que debió ingresar mucho antes. El gabonés siempre aporta en ataque, más cuando puede hacer dupla con Ousmane Dembélé, pero los rumores sobre su posible salida parecen comenzar a pasar factura sobre su rol en la plantilla.
No obstante, el principal error del entrenador culé tuvo que ver con la salida de Pedri. Si bien está claro que el centrocampista debe dosificar para evitar nuevas lesiones, el partido reclamaba el protagonismo del de Tegueste, pues de sus pies y cabeza fluye el fútbol del Barça. Cuando el '8' no está, la falta de ideas es palpable y, si bien Franck Kessié (ingresado en su lugar en el 72') siempre tiene la disposición de sumarse en ataque, los últimos 20 minutos de juego blaugrana fueron demasiado atropellados, con mucho empuje, sí, pero escasa elaboración.
Xavi no elude su responsabilidad
El míster se mostró molesto y decepcionado por el debut de sus dirigidos, pero no eludió responsabilidad en el rendimiento mostrado en la segunda mitad del choque. "El equipo ha estado un pelín espeso, más tenso de lo normal. La presión es para el entrenador, se lo he dicho en el descanso. Hemos generado mucha ilusión e intentaremos no perderla. Esto es el inicio", comentó Xavi en la rueda de prensa postpartido.
Para el técnico egarense, la presión y la exigencia son altísimas en esta temporada. El club se ha reforzado en todas sus líneas y el principal desafío es gestionar los recursos de una plantilla envidiable obligada a ganarlo todo en el ámbito local. "Es una pena y no es el mejor estreno porque queríamos demostrar a la gente que vamos bien, que crean en el equipo. Es una decepción, pero esto es el principio", sentenció el entrenador blaugrana. La próxima semana habrá oportunidad para resarcirse en Anoeta, un campo complicado donde el Barça ha revertido la tendencia negativa en las últimas temporadas.