Si de por sí ya era bastante nuevo el hecho de ver a un jugador de nacionalidad estadounidense con el Barcelona, sin ánimos de menospreciar el talento de los futbolistas que con dichas raíces, el tener dos y, sobre todo, que ambos coincidan al mismo tiempo en la cancha, es todo un motivo de orgullo para la nación norteamericana. Pues esto mismo fue lo que sucedió en el encuentro entre el cuadro culé y el Dynamo de Kiev, ya que, tanto Sergiño Dest como Konrad De La Fuente tuvieron minutos y jugaron juntos por la banda derecha casi al final del encuentro.
El recién fichado lateral derecho aprovechó la baja por lesión de Sergi Roberto para hacerse con la titular en la visita ante los ucranianos y ciertamente no decepcionó. Cumplió con creces en labores defensivas y en cuanto a la ofensiva, se le vio también bastante involucrado, al punto en que fue quien abrió la lata de un encuentro que parecía tener todo lo necesario para terminar con un empate sin goles, estrenándose así como goleador azulgrana.
Por su parte, el canterano Konrad entró al minuto 83 del partido, sustituyendo a Trincao y haciendo su debut oficial con la camiseta del FC Barcelona. En cuanto a su desempeño en el campo, mostró un claro manejo de las nociones básicas y de los principios de juego del club, buscando siempre la verticalidad y la asociación con sus compañeros para generar peligro.
La inclusión de ambos jóvenes en el partido de Champions League de esta semana no solo es un gran motivo de emoción para Estados Unidos y su selección de fútbol. También es una gran causa de felicidad para todo el entorno del FC Barcelona, que sigue viendo como los talentos de corta edad se desarrollan en el equipo, situación que ilusiona bastante de cara al rejuvenecimiento de la plantilla y, por consiguiente, al futuro del equipo.
Reacciones desde Norteamérica
La noche de ayer, la alegría desbordó a todos los fanáticos del fútbol en Estados Unidos, gracias a la participación de dos de sus representantes en un mismo encuentro, de la mano del FC Barcelona. Cuentas locales de redes sociales, así como el mismo perfil de la selección nacional del mencionado país, reseñaron con mucho entusiasmo el inédito hecho.
Esta situación produce una emoción más que entendible, ya que Estados Unidos es una nación en la que el fútbol ha venido creciendo muy poco a poco, pero ganando terreno interesante año tras año. Que dos de sus jugadores tengan la dicha de pertenecer a un equipo tan grande como el FC Barcelona y que, además, disputen juntos un partido en la máxima competición de clubes del mundo, no es algo que deba pasar desapercibido.