11 de abril es la fecha marcada en el calendario culé de esta temporada, no solo por el Clásico, sino por todos los condimentos que trae este encuentro en un momento crucial de la temporada, sabiendo que es ganar o morir porque caer ante el Real Madrid tiraría por la borda un esfuerzo titánico que se viene haciendo hace 19 jornadas.
Tras recortar 11 puntos al Atlético, el Barcelona puede presumir de haber levantado cabeza, posiblemente tras la goleada que le endosó el PSG en la ida de Champions, cuando Mbappé dejó una postal para el recuerdo ante Piqué y vacunó tres veces el arco de Ter Stegen, sentenciando una eliminatoria que dejó una mejor cara en la vuelta.
Remontaron ante el Sevilla y le eliminaron en Copa del Rey, metieron miedo en París con el fantasma de la remontada y están a un punto de la cima de la tabla, dependiendo de sí mismos y con la oportunidad de refrendar una temporada en la que no ha podido confirmar el dominio ante los clubes grandes.
Juventus fue el primer obstáculo que enfrentaron con el 3-0 que sufrieron en la vuelta, relegados al segundo puesto de su grupo en la Champions, terminando en el sorteo que les emparejó con el PSG. El equipo francés los masticó y se abrió más la brecha de calidad entre la élite y el Barcelona, dejando mal parada a la institución catalana.
Pero Koeman parece haber encontrado el camino y guía a puerto seguro a la plantilla, que sigue teniendo oportunidad de conseguir un doblete esta temporada, pero primer deben ganar al Real Madrid y seguir con el pie a fondo en el acelerador.
La visita a la capital servirá de catarsis para un equipo que parecía perdido y que ahora tiene todo servido para dar un golpe en la mesa con mucha autoridad, ganando a un club grande y avanzando de manera firme hacia un nuevo título local de la mano con el buen fútbol.
Campo nuevo
El Alfredo Di Stéfano todavía no ha probado los botines de Lionel Messi, que tiene al Real Madrid castigado de forma histórica aunque hace algún tiempo que no vacuna a los blancos en alguna de sus jugadas mágicas, jugar aquí, podría ser un determinante para ambos clubes.