El FC Barcelona mantiene alguno de los problemas económicos que le impiden planificar con tranquilidad la planificación deportiva, como se ha visto con la imposibilidad de fichar en los últimos meses a un mediocentro de primer nivel. El club lo ha intentado con las ya conocidas 'palancas', aunque la directiva blaugrana también estudia otras medidas de cara al futuro, como lo es el cambio de marca en sus equipaciones.
Desde 1998, cuando el expresidente Josep Lluís Núñez decidió dar por acabada la alianza con Kappa para emprender una nueva aventura con Nike, el club catalán se ha mantenido sin concretar una nueva aventura a nivel de equipaciones. Como ya hemos explicado antes en FCBN, el contrato de Nike con la entidad barcelonesa termina en 2028, pero continúan surgiendo indicando que podría romperse de forma prematura ese acuerdo.
El Barça ya intenta saber cuál es su posición actual
En esta oportunidad el periodista Roger Saperas ha explicado en 'RAC 1' que ahora mismo los servicios jurídicos del Barça estudian si es posible romper el contrato con Nike y firmar con otra marca. Y es que en los despachos culés aún no descartan que puedan haber un cambio de cara a la próxima temporada, entendiendo que sería una especie de curso de transición a nivel de diseños y exclusividad, pero que permitiría un incremento considerable en los ingresos de la entidad en el corto plazo.
La información igualmente apunta que por el momento la opción más importante sigue siendo Puma, probablemente la tercera marca más importante dentro del fútbol, tras los gigantes Nike y Adidas. La marca alemana del felino ya ha apostado fuerte en los últimos años, como ha quedado demostrado con el Manchester City, por lo que los culés podrían ser los siguientes en abandonar la compañía norteamericana por vestirse con Puma.
Los días pasan para Nike y su intento de seguir en Catalunya
Hay que resaltar igualmente que Nike todavía no tira la toalla respecto a poder convencer al Barça de que continúe con sus servicios, aunque para ello necesitará reparar una relación muy desgastada y no solo ofrecer más dinero de los 150 millones actuales por temporada entre cantidades fijas y variables. El club no está satisfecho con el trato recibido en cuanto a producción y distribución, por lo que Nike tendría que hacer un esfuerzo mayúsculo para evitar que los abogados culés muevan ficha en cuanto a una ruptura del actual acuerdo.