Los inminentes partidos frente a Oporto, Atlético y Girona deben servir para que Montjuïc sea una auténtica fortaleza para el FC Barcelona si quiere alejar gran parte de las dudas que el equipo azulgrana tiene ahora mismo, tanto a nivel de juegos como de resultados. Es por ello que en pleno cierre de 2023, donde el invierno ya se comenzará a sentir con fuerza en la Ciudad Condal, la afición culé debe transformar ese descenso de las temperaturas en un apoyo que vaya en pleno crecimiento.

El primer objetivo del Barça y de todos los culés debe ser certificar el acceso a octavos de la Champions League este martes (21:00 horas) en un momento en el que tanto el juego como los resultados dan la espalda a los de Xavi. Ante ese escenario la 'nueva' casa azulgrana necesitará respaldar a su equipo para que incluso el liderato del Grupo H pueda quedar en manos del equipo catalán, dando un paso en la dirección correcta para que el cierre del año sea todo lo positivo que se pueda. 

La buena noticia para Xavi y sus jugadores es que Montjuïc ya registró un llenazo en el Clásico con 50.112 personas, algo que en Liga deberá prolongarse frente a Atlético y Girona en el intento del Barça de no distanciarse más de la cuenta de la parte más alta de LaLiga. No queda de más recordar que los títulos no se ganan en diciembre o enero, pero sí pueden perderse entonces por lo que ganar ante colchoneros y catalanes parece el único escenario posible para que el Barça comience sin demasiadas preocupaciones su 2024.

El calendario obliga a Montjuïc a también ser un factor decisivo

Con un partido menos, el conjunto de Simeone suma los mismos puntos que los azulgranas, mientras que los de Míchel viajarán a Barcelona, como mínimo, con la misma puntuación que el equipo de Xavi. Ya Deco, actual director deportivo culé, dejó claro que la afición del Barça "tiene algo especial" en una entrevista que concedió hace pocos días, añadiendo además que "eso es una ventaja", señaló en una clara demostración que el equipo está pensando en respaldarse en sus aficionados en momentos claves del curso.

Hace tiempo el aficionado culé ha entendido que ahora toca remar más que nunca, teniendo en cuenta que tiene una plantilla que ha sufrido en los últimos años y necesita el arrope de su gente para alcanzar los objetivos, sobre todo tras los dos títulos de la temporada pasada. Sin embargo, ese calor que la afición tiene que ofrecer está también condicionado a lo que el equipo demuestre sobre el campo, algo que en partidos recientes no ha sido demasiado alentador si tenemos en cuenta el Clásico o el triunfo ante el Alavés.