El próximo 21 de septiembre se cumplen cinco meses desde que Frenkie de Jong se vio obligado a abandonar el césped del Santiago Bernabéu en camilla tras un choque con Fede Valverde. Aquel golpe suponía el tercer esguince en el tobillo derecho del neerlandés en la misma temporada, aunque pocos se imaginaban que sería mucho más grave que los dos anteriores. Cerca de 150 días después, el tobillo del jugador continúa sin recuperarse, y la luz al final del túnel se sigue viendo a lo lejos.
En una de sus últimas apariciones públicas, cuando anunció que se bajaba de la convocatoria de los Países Bajos para la Eurocopa 2024, el jugador manifestó que "estoy triste, mi tobillo necesita más tiempo". Desde entonces, su contratiempo físico no ha hecho más que convertirse en un auténtico misterio. En Can Barça, más allá de algún comentario de Hansi Flick o Joan Laporta, no han vuelto a emitir comunicado médico alguno, mientras que el jugador guarda silencio.
Koeman criticó la gestión de su lesión
El único que ha alzado la voz es Ronald Koeman, seleccionador de la 'Oranje', que cargó con dureza contra el club azulgrana por la gestión de los problemas físicos del mediocampista. "Jugó partidos importantes cuando él no estaba para jugar. Quizá sí para jugar ‘algo’, pero no estaba ni con ritmo de partidos ni de entrenamientos para disputar los partidos contra el PSG", argumentó ante la prensa el ex técnico blaugrana.
Frenkie forzó para jugar la eliminatoria ante los parisinos (75 minutos en el Parque de los Príncipes; 82 en Montjuïc) y cinco días después dejaba en camilla el Bernabéu. El Barça comenzó su pretemporada, marchándose en el medio a Estados Unidos para la gira, y el jugador seguía en casa porque su tobillo se mantenía sin estar estable. Los médicos del club consideraban pertinente una intervención quirúrgica para cortar de raíz el problema, pero el mediocentro, aconsejado por especialistas a los que consultó, veía mejor un tratamiento conservador.
La cronología de su calvario
Este tratamiento ha estado adoptado desde su primer problema en el tobillo, el cual tuvo lugar el 23 de septiembre ante el Celta en Montjuïc. De Jong se perdería 10 partidos (siete de Liga y tres de Champions) y volería a finales de noviembre. Sin embargo, nada sería como antes. El 3 de marzo, en San Mamés, el jugador volvía a 'quebrarse' el tobillo, y los pronósticos eran menos amables que en su primer esguince. Pese a esto, el '21' apuró plazos y apenas estuvo cuatro partidos de baja para poder estar presente ante el Paris Saint-Germain.
Volvió antes de lo previsto, jugó dos partidos y medio (PSG en París y en Montjuïc junto a los 45 minutos del Bernabéu antes del choque con Valverde) y desde entonces se le ha perdido el rastro. Tres lesiones en el mismo tobillo, la negativa a pasar por el quirófano y Koeman encendiendo las 'alarmas'. "Es preocupante porque es mucho tiempo. Entiendo que las cosas están mejorando. Pero todavía no está en forma. Ha tenido una lesión grave en el tobillo tres veces seguidas y hay daños allí. Por eso necesita tiempo para recuperarse. Esto llevará mucho tiempo, pero esperemos que se recupere por completo, porque eso también es bueno para nosotros", comentó.
Flick espera tenerle pronto a sus órdenes
Mientras tanto, Hansi Flick confía en volver a tenerle a sus órdenes tras la finalización del parón de selecciones, aunque sea para formar parte del entrenamiento con el grupo. La entidad azulgrana evaluará su situación una vez se hayan reincorporado todos los internacionales, y en caso de no ver una evolución importante en su recuperación, le propondrán abandonar el tratamiento conservador para someterse a una postergada intervención quirúrgica. Los próximos días serán claves para Frenkie y su futuro.