Vinicius es el arma ofensiva del Real Madrid y lo saben todos en el Barcelona, principalmente Koeman, que ha estado todo el primer tiempo dando indicaciones a Mingueza por la banda derecha. El brasileño pudo escapar de una de las estrategias del holandés, le hizo un lío a Mingueza y Eric García para terminar con una jugada dudosa en el área.
Un caño poco ortodoxo al lateral y un recorte al ex del City dejó a Vini de cara a Ter Stegen cuando apareció de nuevo Mingueza para cubrir al eléctrico jugador, que frenó para esperar el contacto con el defensor y antes de que lo tocara se tiró al césped, levantando las protestas de los merengues, incluyendo a Ancelotti.
La jugada llegó en una nueva proyección de Vinicius ante Mingueza, que sfurió mucho en el primer tiempo con los constantes ataques por izquierda que plantaron los blancos, apoyados en la velocidad de Vinicius y los buenos pases de Alaba, Mendy y Kroos, principales socios del brasileño para la profundidad y acercamiento al área de Ter Stegen, que tuvo varias exigencias en los primeros 45 minutos.
Aunque en primera instancia la caída de Vinicius parecía un penal clarísimo, el principal no tuvo ninguna duda y lo mandó a levantarse, generando el reclamo de todos los merengues en el Camp Nou, dentro y fuera del terreno de juego, con Ancelotti bastante alterado en una banda y el brasileño en el suelo, sonriendo y esperando la designación del árbitro.
El VAR tampoco tuvo dudas sobre la jugada y ni siquiera intentó detener el juego, aunque si avisó que Vinicius se tiró al suelo antes de siquiera tener un contacto con Mingueza, que llegó para recuperar su puesto y marcarlo. Este intento de engaño solo sirvió para una amonestación verbal que el árbitro dejó para el atacante luego de que el juego se restableciera.
Dolor de cabeza
Si la titularidad de Mingueza llegó por la preocupación que generaba Vinicius, el brasileño solo confirmó esta sensación, porque desde el minuto 1 ha estado muy activo por la banda izquierda y las coberturas de Eric García y Piqué han sido constantes, abriendo espacios para que Benzema y Rodrygo aparezcan, aunque afortunadamente para los culés no han estado finos.