Uno de los pilares del técnico neerlandés para el resurgimiento que vive el FC Barcelona en lo deportivo, que a su vez lo ha llevado a estar en la pelea por LaLiga, ha sido el trabajo físico. Prueba de ello han sido los dos partidos ante el Sevilla y el PSG, que se vieron superiores en los partidos de ida.
La mejora contrasta con otras temporadas en las que el Barça perdía fuelle en la segunda mitad del curso, mientras que ahora es cuando luce más sólido gracias a los cambios introducidos por el técnico neerlandés. Todas estas modificaciones se derivan del 2-8 en Lisboa, un escenario que el club no desea repetir.
Para ello, Koeman se ha enfocado en el apartado físico y ha cambiado de forma sustancial las dinámicas de entrenamiento de la mano de Albert Roca. En primer lugar, ya no se realizan rondos en el inicio de cada sesión. Ahora lo primero son las rutinas de activación y ejercicios de reforzamiento (saltos, esquivar picas, etc.). Es entonces, cuando se procede a la siguiente fase.
Koeman apuesta por el entrenamiento personalizado
El entrenador busca que cada jugador se adapte según sus cualidades. Para ello, los futbolistas realizan sesiones por separado en horas de la tarde, bien sea en el campo de entrenamiento o en cualquier otro lugar dispuesto para tales fines con el preparador a cargo.
Estas rutinas son esenciales para los más jóvenes, dada su etapa de formación. De este modo, cada uno es más exigido físicamente pensando en los partidos de mayor intensidad que podrían presentarse, por ejemplo, durante alguna prórroga. Asimismo, se entrenan en casa y llevan una rigurosa dieta. Asimismo, el uso de la tecnología es fundamental, como en el caso de los GPS para medir la distancia recorrida. Pese a la intensidad de las rutinas, no se han presentado lesiones graves hasta la fecha por esta razón.