Los jóvenes de La Masía han salvado al FC Barcelona de lo que hubiera sido un pinchazo fulminante ante el Elche (3-2) en el Camp Nou, en un partido correspondiente a la jornada 17 de La Liga Santander y que era vital para mantenerse cerca de la zona clasificatoria a la próxima edición de la UEFA Champions League. Los goles de Gavi, Jutglà y Nico mantiene aferrado al cuadro culé ante la posibilidad de remontar, aunque todavía se encuentran muy lejos del liderato, ocupado actualmente por el Real Madrid CF.
En el triunfo azulgrana, uno de los que más sorprendió fue Ferran Jutglà. Sin dudas, de las notas más positivas que dejó el partido, el cual nuevamente fue de puro sufrimiento para los culés, quienes vieron a su equipo irse arriba 2-0, pero luego terminar con el compromiso igualado, hasta que llegó la bomba de Nico González con el 3-2 definitivo y los tres puntos.
Jutglà estuvo en el terreno de juego 72 minutos, hasta que fue sustituido precisamente por Nico. Durante ese lapso, fue el jugador azulgrana que más veces chutó, con un total de seis, y el que más lo hizo entre palos, con tres, igualado con Nico. Fue dinamita pura y uno de los grandes responsables de que el FC Barcelona acabara el primer tiempo con tranquilidad y con dominio absoluto ante un Elche que lució pesado, pero que luego se animó.
Jutglà y el Espanyol
La historia de Jutglà es particular y todo un ejemplo de coraje. Como canterano del Espanyol durante nueve años quedó libre, puesto que el conjunto 'perico' no le vio suficiente potencial para el primer equipo y acabó en el Barça tras una pugna entre dinero y compromiso. Fue así como un año y cinco días después de su beso ante el FC Barcelona ahora defiende sus colores y representa la esperanza de un club que intenta recuperar su 'ADN' con Xavi Hernández.
El mencionado beso ocurrió durante un partido entre el Barcelona B y el Espanyol B, en un duelo correspondiente a la extinta Segunda B. Ferran Jutglà marco de cabezazo, que se convertía en el 1-1 y lo celebró con rabia, despojándose de su brazalete de capitán y besándolo. Nada lo hacía pensar, en ese momento, que estaría en vistiendo la elástica de sus rivales para entonces.