Nunca dejará de sorprender a nadie con su discurso, ni a la persona que mejor le conoce. Así es el irreverente e iconoclasta de Zlatan Ibrahimovic, genio y figura hasta la sepultura. El internacional sueco fue entrenado por dos de los mejores técnicos del fútbol actual, a la vez que antagónicos en sus formas y preparaciones. José Mourinho y Pep Guardiola tuvieron a Ibra a su cargo y, de buen seguro, ninguno de los dos quedó indiferente tras el paso de atacante por sus vidas.
En una autobiografía del delantero que está preparando "The Times" titulara "Quiet Leadership" ("Liderazgo tranquilo"), el escandinavo explicó la dos grandes diferencias entre ambos entrenadores y que radican en que uno es todo un "manipulador" mientras que el otro es "un gran cerebro del fútbol.".
"Mourinho es la disciplina. Todo en él es como un juego mental, le gusta manipular. Sus trucos eran nuevos para mí, siempre haciendo una cosa para conseguir otra. A mí me gustan estos juegos, y en mi caso funcionó: me convertí en el máximo goleador (del Inter), y ganamos la Liga", afirma el atacante en unas declaraciones recogidas por la página web de "The Mirror".
"La forma que tenía Mourinho de preparar los partidos también era nueva para mí", destacó, ya que "jugar para él me infundía una gran cantidad de adrenalina. Era como si nada fuera suficientemente bueno. Mourinho sabe cómo tratar a un futbolista, pero Carlo sabe cómo tratar a una persona", expuso posteriormente sobre Carlo Ancelotti, con el que tuvo el gusto de compartir vestuario.
"Después de Mourinho me fui con Pep Guardiola, el gran cerebro del fútbol. El tenía soluciones ante todos los rivales a los que nos enfrentábamos, sabía exactamente lo que teníamos que hacer para ganar, y exactamente como quería lograrlo. Podíamos estar ganando por 2-0 en el descanso, y diría: 'no hemos acabado todavía. Quiero tres, cuatro, cinco, seis, siete (goles). Era como una máquina", concluyó el ex delantero del FC Barcelona, que estuvo sólo una temporada en Can Barça pero dejó su impronta.