Tras su llegada a Francia y su presentación oficial como nuevo miembro del Paris Saint Germain, Neymar se encargó de aclarar todos los motivos de su marcha del Barça. El brasileño, igual que hizo su padre, aseguró que el dinero no había sido decisivo, y que simplemente había elegido la opción que más feliz le hacía, para "ganar títulos y afrontar un nuevo desafío".

Pero, desde luego, el delantero no irá 'descalzo' en su nueva etapa, y es que para empezar los 'bleus' le han situado como uno de los jugadores mejor pagados del mundo. Los galos quieren demostrar que el de Sao Paulo es su nuevo líder, y no les ha importado tirar de chequera para materializarlo tanto en el mercado de fichajes como en el propio sueldo del jugador.

Así, Neymar cobrará el doble de lo que percibía en el Barça tras su última renovación, 30 millones de euros netos. Sin contar otra lustrosa prima de fichaje, el punta se embolsará la friolera de 82.191,78 euros al día, es decir 3.424,65 euros a la hora y casi un euro cada segundo, concretamente 95 céntimos.

El dinero no es problema

Si algo no le falta al PSG es dinero. Dejando el origen de su fortuna a un lado, algo que ya se encargará de comprobar la UEFA en su análisis sobre el 'Fair Play Financiero', los parisinos no tienen inconveniente en fortalecerse a base de inversiones. Quizá es por eso que el propio Neymar ha optado por evitar más problemas después de la aparición del Santos, que reclama a los franceses una cifra correspondiente a su porcentaje por la formación del jugador.

Aunque esta es una normativa que la FIFA aplica a los traspasos y queda la duda de si también es efectiva en los casos en los que se produce el pago de una cláusula de rescisión, el delantero habría pedido a su nuevo equipo que respondan a las peticiones de los brasileños para evitar más conflictos. Porque el dinero, otra vez, no es un problema.