No es un secreto para nadie que el FC Barcelona ha bajado sus prestaciones, tanto a nivel goleador como a nivel futbolístico, pero también a nivel de resultados. De hecho, son ya dos derrotas en los tres últimos encuentros que confirman una tendencia preocupante para los de Xavi Hernández y casi obliga al cuerpo técnico a recuperar una versión al menos positiva para no ver comprometidas sus opciones de defender el título de Liga y el liderato de su grupo en la Champions League.

Y es que tras golear al Amberes por 5-0 el pasado 19 de septiembre, el Barça ha jugado diez partidos: siete de Liga y tres de Champions, y casi en el 100% ha dejado dudas a nivel de juego o de resultado. En el torneo español ha sumado cuatro victorias, dos empates y una derrota, la única hasta ese momento en la temporada. En Europa suma ahora con dos victorias y una caída, pero, más allá del marcador en muchos de estos diez duelos, los culés se han visto comprometidos en gran medida por las sensaciones.

Xavi necesita revertir cuanto antes una tendencia claramente negativa

El problema para Xavi es que las cuatro victorias en estos casi dos meses en Liga, tres han sido por la mínima (Sevilla, Athletic y Real Sociedad) y una tras remontar un 0-2 ante el Celta (3-2). Además, se suman los empates en Mallorca y Granada, donde el equipo estuvo en desventaja por muchos minutos en el marcador y la derrota ante el Madrid en Motjuïc con una remontada marcada por la falta de intensidad culé.

Ya en Europa sí que llegaron victorias importantes en Oporto y en casa ante el Shakhtar, pero la realidad es que en ambos partidos el club azulgrana terminó sufriendo mucho para sacar los tres puntos y estuvo lejos de dominar los encuentros. Ningún triunfo en casi una docena de partidos ha producido de forma holgada para los culés y solo una vez el Barça ha obtenido una ventaja de dos goles, aunque fuera de forma momentánea, ante el Shakhtar en Montjuïc.

Está de más decir que ganar sin complicaciones es seguramente lo más complicado que hay en el fútbol, pero también que la trayectoria del equipo, tanto a nivel de resultados como de fútbol, es descendente. De ahí el ruido que se está generando alrededor de la plantilla azulgrana, una que incluso se ha reunido después de caer en Hamburgo con Xavi Hernández para intentar encontrar soluciones.