El Clásico entre el Real Madrid CF y el FC Barcelona, en el cual los dirigidos por el míster francés y entrenador de los blancos, Zinedine Zidane, vencieron a los azulgranas por marcador de 2-1, no escapó de la polémica luego de generarse una aparente falta de Mendy sobre Braithwaite, que puso en el centro de los reclamos por parte de ambos conjuntos al colegiado arbitral encabezado por Gil Manzano, quien tuvo que tolerar hasta las ironías de un Sergio Ramos que no paró de gritar durante el importante encuentro.
“Venga hombre, pítalo, pítalo”, se escuchó en plan irónico acompañado de “no es penalti, cómo va a ser penalti”, por parte del banquillo blanco. Lo cierto, es que la jugada terminó siendo descartada, explotando así la vehemencia de un equipo culé que nuevamente denunció 'robo' por parte de los árbitros, en un duelo clave en la lucha por LaLiga Santander, cuyo liderato ahora de momento es compartido por el Madrid y el Atlético de Madrid, a falta de que los 'Colchoneros se midan este domingo al Real Betis.
"¡Ya está bien!, "¡Qué vergüenza!", "¡Penalti, penalti!", fueron algunas de las expresiones de los jugadores del FC Barcelona en medio de la tormenta de reclamos tras la jugada. La lucha en el césped también se vivió en las tribunas, Koeman, Carvajal y Ramos acabaron en 'guerra'. Estos últimos no pararon de gritar y, como consecuencia, el neerlandés expresó: “¡Cállate, hostia!”.
Tras finalizada la batalla, el duelo de verbos continuó. Piqué bajó al césped y se encaró con Gil Manzano, a quien le reclamó por el tiempo añadido. "Es acojonante, cuatro minutos", expresó el central, quien al igual que Koeman recriminó al árbitro y lo responsabilizó por el resultado de un partido que a juicio de ellos, con un poco más de fortuna, pudo terminar en empate.
Choque con Modric
Antes de que Piqué encarara a Manzano, este se encontró con el croata Luka Modric, quien no dudó en colocar más tensión al momento. "Estás esperando para rajar ahora, eh", a lo que el central le respondió: "Hombre, cuatro minutos..." y Modric zanjó la conversación con un "¿Y cuántos quieres?".