Joan Laporta presentará el lunes el aval para asumir por completo la presidencia

La Ley del Deporte vigente desde 1990 tiene su espacio en los Estatutos del FC Barcelona, haciendo garante de cada uno de los artículos a respetar en materia deportiva cuando las instituciones deben llevar a cabo algún proceso. La presidencia del club, es uno de esos procesos y ahora que Laporta ganó las elecciones, toca enfrentarse al Aval de presupuesto.

Al menos el 15% de gastos por salarios del club deben constatar todos los integrantes del nuevo gabinete culé, que el próximo lunes tendrá que presentar el documento en el que demuestran que pueden cubrir los más de 100 millones necesarios para la actual temporada, en la que toman las oficinas con mucho trabajo pendiente.

La anterior junta aprobó un presupuesto de 828 millones de euros para la campaña 20-21, monto tan elevado como inestable ya que nunca pasó por la Asamblea de socios y estos no llegaron a aprobar la cantidad. Poco o nada de caso hizo Laporta ya que su interés parece estar enfocado en solucionar todo cuanto antes y parece tener en la mano, al menos, el primer paso que debe dar.

El gran detalle viene en cuanto al cómo se debe llevar a cabo este proceso, ya que el aval debe venir por patrimonio personal, por lo que para llegar a la cifra exacta de 126 millones de euros, cada integrante del equipo debe demostrar que puede cubrir siete millones de euros, una cantidad bastante importante en la época económica que se vive.

Banc Sabadell y JB Capital Markets son algunas de las empresas que se han colado en la información, dispuestas a conceder el aval a Laporta y sus compañeros de equipo, aunque el tiempo corre en su contra ya que este proceso necesario para la aprobación de la presidencia por parte de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) no puede pasar de 10 días naturales, tope máximo para tomar posesión del cargo.

Escenario impensable

En caso de que no se logre presentar el documento o en su defecto, que no se apruebe el mismo, la catástrofe sería de tamaños mayúsculos ya que una nueva Junta Gestora debería tomar el control del club para una vez más convocar elecciones. Dentro del Barcelona y del propio equipo de trabajo de Laporta no pasa esta posibilidad, conscientes del daño irreversible que harían al equipo.