La llegada de Joan Laporta a la presidencia del FC Barcelona para un nuevo mandato contó con el apoyo de José Elías directivo de Audax Renovables, que aportó 17 millones de euros, de un total de 124,6 millones, para la presentación del aval ante LaLiga por parte del hoy máximo jerarca azulgrana, lo que a su vez permitió a Eduard Romeu convertirse en vicepresidente económico, cargo que también ostenta en la empresa energética.
En una entrevista para EFE, ha dejado claro cómo ha sido su vínculo con el actual presidente del Barça, explicando desde cuándo se conocen: “El 13 de enero de 2019, poco después de que Audax facturara más de 1.000 millones de euros y Eduard Romeu me preguntara qué había de lo suyo. Entonces yo le dije que fuese a hablar con los que saben cómo funciona y Eduard me presentó a Laporta”.
Indicó que de los precandidatos a la presidencia del club catalán, únicamente pudieron sentarse a conversar con Laporta, toda vez que las reuniones con el resto no pudieron concretarse: “Intentamos conocer a Víctor Font y no fue posible, hablamos con Jordi Farré y estuve a punto de sentarme con Toni Freixa, pero por agenda no coincidimos. A Laporta fuimos a conocerlo a su despacho”.
Sus reuniones con Laporta se limitan a los asuntos esenciales
Interrogado sobre sus posiciones políticas, advirtió que no se identifica con el independentismo, y que el tema no ha salido a flote en sus conversaciones con Laporta, sino que únicamente se han limitado a asuntos estrictamente institucionales: “Nunca he hablado con él ni de política ni de independentismo, y eso que hemos hablado unas 15 veces”.
Al tratarse de una marca comercial, Elías ha explicado que lo último que desean es que su imagen se vea manchada por algún escándalo, algo que ha quedado claro en las conversaciones con el tren directivo del club: “La única discusión que hemos tenido es que no queremos líos, los de Audax no queremos salir salpicados. El mundo del fútbol es muy complejo y hay que llenar muchas páginas de diario cada día”.
A su juicio, el FC Barcelona supone un impulso importante para las corporaciones que deseen invertir en él: “El Barça es un escaparate mundial que te permite estar en el foco y eso significa muchas veces hacer negocios, algo que a mí no me preocupa. Yo sigo desayunando por 2 euros y medio en el bar de aquí abajo, y tengo dinero para vivir 50 vidas con el ritmo de vida que llevo. Además, ya me he comprado el Lamborghini y el helicóptero, con lo cual no tengo ningún interés en almacenar más dinero”.
De igual manera, sostiene no estar seguro de haber contribuido con un aporte mayor para aval, como llegó a especularse en un momento: “No sé si hubiese puesto 70 millones, sinceramente. Aunque el momento de presión era muy alto. Por la mañana nos faltaban 20 millones, yo estaba preocupado. Me dejé de preocupar cuando me llamó una persona del Banc Sabadell para informarme de que estaban llamando a la gente para ir a la notaría. A ver quién era el valiente que una vez en la notaría, con los periodistas abajo, decidía no firmar. Ahí me empecé a relajar”.
No desea formar parte de la directiva del Barça
Pese al vínculo que la empresa mantiene con la entidad azulgrana, ha descartado la posibilidad de ocupar algún cargo en ella: “No tengo ningún interés en ser vicepresidente. Llevo cuatro o cinco días pensando en qué voy a hacer en el club. Laporta me preguntó qué quería ser, y la verdad es que no lo sé. Directivo no puedo ser, y además yo tengo poco tiempo libre y lo quiero dedicar a mi familia, a mis amigos y a volar”.
En tal sentido, asegura que sus labores serán otras, más acordes con sus intereses: “Participo en la Comisión del Espai Barça porque soy un apasionado de la construcción y si no me lleva mucho tiempo me dedicaré a eso. Y quizá me gustaría vincularme con el área de sostenibilidad y medio ambiente”.
No piensa cambiar el nombre del Camp Nou
Ante la posibilidad de comprar los derechos del nombre del estadio, ha negado que desde Audax Renovables tengan esa intención: “Sería un honor para mí, pero yo no tengo tanto dinero como para pagar eso. Yo no tengo 350 millones para ponerle el nombre al Camp Nou”
Incluso estima, que ninguna empresa, al menos a nivel nacional, estaría dispuesta a hacerlo: “De hecho, dudo que ninguna empresa española le vaya a poner el nombre al estadio, es muchísimo dinero. A mí, por ejemplo, me propusieron ponerle el nombre al pabellón del Joventut a cambio de 600.000 euros al año y dije que no, que era una locura. Mis funciones de financiación del Barça han acabado aquí”.
Asimismo, ha explicado la clave para mantenerse a flote en tiempos de dificultades financieras: “Aunque seamos una panda de mediocres en una habitación, juntos somos un gran equipo y esto es lo que ha provocado que en plena crisis hayamos hecho lo que hemos hecho. Hemos sabido aplicar sentido común a los negocios”.
Dardo a Giró y elogios para Romeu
Sobre Jaume Giró, quien en principio debía ser el vicepresidente económico del club, se refirió como una de esas“piezas intermedias, es que son el summum de la agresividad porque están todo el día pendientes de que alguien les corte la cabeza, con lo cual ellos juegan mucho a la estrategia, a defenderse. Giró lo que quería era poner sus vicepresidentes, tener controlada en todo momento la situación”.
Por otra parte, solo tuvo palabras positivas para Eduard Romeu: “Eduard es diácono, el paso previo a sacerdote, es súper especial, súper buena persona y súper humilde. Yo soy más egoísta que él. Eduard te puede contar historias de cuando se fue a hacer misiones en África que flipas. Desde que aparecimos en la escena del Barça nos han buscado trapos sucios, pero yo no tengo ninguna alfombra que levantar ni le debo nada a nadie porque nadie me ha ayudado”.