A pesar de la indignación que ha generado la derrota frente al Inter de Milán, especialmente por la polémica actuación arbitral del esloveno Slavko Vincic, el vestuario del FC Barcelona ha sabido reponerse nuevamente, consciente de que la temporada apenas se encuentra en su fase inicial y restan muchos desafíos, aunque para ello es preciso hacer algunos ajustes de cara a los próximos choques.
El equipo azulgrana deberá volver a la senda victoriosa en el torneo continental tras finalizar la primera vuelta de la fase de grupos con apenas tres puntos. Cada integrante del equipo tiene muy claro el objetivo, por lo que el trabajo hacia la clasificación continúa como el primer día. El estado físico y la concentración de cada figura en el campo serán vitales en busca del pase a los octavos de final.
El diario 'Sport' ha recogido las palabras de algunos jugadores en el vestuario del Giuseppe Meazza después de sumar su segundo revés en la presente edición del torneo continental. La molestia era más que evidente, pero la ilusión y la esperanza siguen intactas: "Es una situación jodida, pero el año pasado estábamos más muertos; esto no es cómo empieza, sino cómo acaba".
Asimismo, han recordado el partido en el Allianz Arena de Múnich, en el que los azulgranas se mostraron ligeramente superiores durante la primera mitad, aunque carentes de precisión en el segundo tiempo; ante el Inter, la polémica ha estado servida ante las sentencias arbitrales sin unicidad de criterios: "Contra el Bayern jugamos bien y en Milán nos han robado".
Los retos del Barça
Tras disputar la primera mitad de los partidos de la fase de grupos, el balance general es negativo, con una victoria, dos derrotas y un diferencial goleador favorable por un tanto. Aun así, desde el vestuario han manifestado que asumirán con una mayor fe los próximos tres compromisos en los que será clave puntuar principalmente ante los lombardos y los bávaros para alcanzar los octavos de final, sin dejar de lado los puntos que puedan sumarse ante el Viktoria Plzen.